El estudio ha sido publicado en la revista Springer´s Journal Environmental Chemistry Letters y confirma que el humo de incienso puede ser perjudical para la salud si se usa en lugares cerrados.
Los dos elementos más comunes para fabricar los inciensos son con agar y con sándalo. Estos dos elementos han sido analizados y examinaron los efectos del humo del incienso en cepas de salmonella y en células de ovarios de hámsters. Luego compararon estos resultados con el efecto que tiene el humo de los cigarrillos.
Al final confirmaron que el humo del incienso es potencialmente más tóxico que el humo de los cigarrillo. 99% del humo contenía sustancias químicas que son muy perjudiciales para nuestra salud y a través del aire quedan en los pulmones.
El humo contenía un gran abanico de agentes citotóxicos y genotóxicos y resulta que esto hace el humo de incienso peligroso para la salud por los componentes relacionados con el desarrollo del cáncer.
Los investigadores siguen analizando pruebas para confirmar si estos resultados son los mismos para todos tipos de incienso.
Por ahora recomiendan que no se use el incienso en lugares cerrados.