Viajar en avión o disfrutar del mar y la pileta pueden ser la causa de un intenso dolor de oídos o el desarrollo de una otitis. Cómo proteger los oídos de los más chicos. Viajar en avión, disfrutar de una pileta o de un chapuzón en el mar pueden ser algunos de los momentos de […]


1.213

Viajar en avión o disfrutar del mar y la pileta pueden ser la causa de un intenso dolor de oídos o el desarrollo de una otitis. Cómo proteger los oídos de los más chicos.

Viajar en avión, disfrutar de una pileta o de un chapuzón en el mar pueden ser algunos de los momentos de disfrute de unas buenas vacaciones. Sin embargo, estas actividades también pueden ser las desencadenantes de un intenso dolor en los oídos -uno de los más difíciles de soportar- tanto en niños como en adultos.

En medio de la temporada de actividades acuáticas y vuelos, lo ideal es consultar a un médico especialista ante cualquier eventualidad y tomar las precauciones necesarias para evitarlo.

Según explicó a Infobae el doctor Juan Razetti, jefe de Otorrinolaringología Infantil del Hospital Italiano, la otitis -la inflamación del oído producida en general por una infección- es más común en niños que en adultos, aunque puede también desarrollarse.

Esto es porque principalmente en verano los niños son quienes pasan más tiempo practicando actividades acuáticas. Aun así, el especialista indicó que «hay chicos más proclives a tener otitis y otros que directamente no la desarrollan».

El desarrollo o no de esta afección auditiva depende de varios factores. En primer lugar, si bien puede darse por el mar, es más común después de estar en una laguna o pileta.

También las prácticas erróneas como el uso constante de hisopos o las características anatómicas, como puede ser la producción de cera (el aislante natural de conducto auditivo) de cada oído, van a determinar la propensión a contraerla.

En adultos, «las otitis externas son 5 veces más frecuentes en nadadores», destacó la doctora María Andrea Ricardo, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico. «Es más común en regiones de clima cálido y húmedas. La incidencia puede incrementarse al final de la época de verano probablemente por el retraso del diagnóstico y la dilatación en la consulta por estar de vacaciones», alertó.

CC