Feliu Pont, dueño de Café Pont, probó hace unos años los beneficios del café en su propia piel cuando en 2005 fue diagnosticado con psoriasis. Ante la eficacia de los restos de los granos de café en las inflamaciones, se patentó en Europa una pomada.


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El dueño de la cadena de Café Pont, Feliu Pont, viene entregando de forma gratuita su pomada especial “CeniPont” desde 2008 a miles de enfermos afectados por la psoriasis, una inflamatoria de la piel que se produce por un mal funcionamiento del sistema inmunológico y para la que hasta el momento no hay cura.

El empresario descubrió el poder curativo del café cuando fue diagnosticado con la enfermedad en 2005 y empezó a notar que las cenizas derivadas de la combustión de la cáscara del café, con un potente efecto de secado, eran mucho más efectivas para tratar sus manchas rosadas que las pomadas que le había recetado su médico.

Al respecto, Pont contó que “sabía perfectamente, porque lo había experimentado, que estas cenizas tienen un alto poder de secado. De pequeño, sumergía a las moscas en un vaso de agua y después les tiraba las cenizas en las alas y éstas volvían a volar en segundos”.

“Me apliqué las cenizas cada día en las manchas y en un mes y medio desaparecieron; hasta ahora”, añadió.

El empresario indica que desde entonces, 1.805 personas han pasado por su pequeño despacho ubicado en Barcelona buscando una nueva oportunidad para combatir la enfermedad.








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