El Ecuador fue ubicado en el tercer lugar de los mejores destinos por el estudio Expat Insider de la ONG Internations.
La encuestadora internacional analizó las condiciones de vida de más de 60 países y colocó al país en el podio por ser la nación predilecta para la llegada de turistas de todas partes del planeta.
Las categorías que determinaron la encuesta fue calidad de vida, seguridad laboral, facilidades para erradicarse y financiamiento. El Ecuador ostenta los primeros lugares desde el 2014.
Sin embargo, la nación interandina descendió en ciertos parámetros debido a incidentes económicos como el terremoto del pasado 16 de abril que obligó a un reajuste financiero.
El medio de comunicación BBC Mundo realizó un reportaje sobre este artículo y analizó las ventajas del Ecuador, en las que se destaca la tranquilidad para cientos de jubilados extranjeros que permanecen en el centro y sur del país.
Quito y Guayaquil también es un destino predilecto para los empresarios y negociantes, pues son ciudades donde el comercio es predominante.
A continuación te dejamos el extracto de BBC:
Gente amigable, un sistema de salud económico y comida sabrosa y barata, son algunas de las razones para irse a Ecuador. Además, la diversidad de las ciudades le brinda al extranjero un amplio abanico de opciones.
«La belleza de Ecuador reside en su variedad», dice Hagai Gat, quien viene de Israel, y ahora vive en Guayaquil.
«Las personas que vienen en plan de retiro a Ecuador buscan el bajo costo de la vida y la costa. El lugar para ellos es la región sureste del país y Ambato (a 150 kilómetros de Quito)», explica Gat.
«Si la persona está en un plan más de negocio o le gusta salir, sus opciones pudieran ser Quito, Guayaquil y Cuenca».
Gat advierte que las ciudades grandes tienen su costo, expresado en el valor del alquiler y de los restaurantes.
Para quienes tienen más habilidades con el idioma, el destino puede ser Atuntanqui, una ciudad de unos 20.000 habitantes.
«Nosotros somos los únicos extranjeros aquí. Y nos gusta de esa manera», comenta Bill Hagan, nacido en Estados Unidos.
Fuente: Medios Públicos