“Yo creo que ustedes no ven la realidad”. Ya no hay lugar donde el presidente Mauricio Macri se sienta cómodo. La frase lo tomó por sorpresa.
Su esposa, la primera dama Juliana Awada, abrió los ojos con un gesto entre desilusión y enojo. No esperaba semejante comentario en una zona mediática confortable. Pero su interlocutora, la reconocida actriz Mirta Legrand, uno de los soportes televisivos del jefe de Estado durante la campaña electoral y en su gestión, redobló la apuesta y repitió su acusación: “No ven la realidad”.
Macri casi se atraganta el sábado en el programa “La noche de Mirta” de la popular actriz y conductora argentina, de 90 años. El mandatario no podía creer lo que escuchaba y estuvo sin poder probar bocado durante largos minutos en la cena transmitida en directo desde la residencia de Olivos por Canal 13, espada mediática del Grupo Clarín, afín al gobierno.
La mesa estaba servida solo para ellos tres. Y Macri solo balbuceó: “Le estoy diciendo a usted claramente… lo tengo claro”. Pero ya nadie podía detener a su amiga, que a sus 90 años recién cumplidos ya no tiene pelos en la lengua y dice simplemente lo que piensa. Hace 2 años llegó a sostener que Argentina vivía en una dictadura bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
A su mesa –en sus dos shows transmitidos en directo los sábados a la noche y los domingos al mediodía con cena y almuerzo de por medio- suelen ser invitados asiduamente funcionarios del gobierno y periodistas del Grupo Clarín. Entonces Mirta interrumpió al presidente y siguió: “¿Sabés cuándo empezó… no quiero decir la palabra derrumbe… el descreimiento? Con las primera facturas de la luz”, dijo la actriz al aludir a los “tarifazos” de los servicios esenciales de más del 400 por ciento decretado el año pasado”.
Macri seguía sorprendido y atinó a acotar: “Fue muy difícil (tomar esa decisión, ndr)”. Pero la actriz continuó con sus críticas: “Ahí la gente empezó (a comentar). ¿Vos viste? Yo pagaba equis cantidad y ahora mirá lo que pago. Yo no puedo (pagar eso, dicen los trabajadores, ndr). Hay negocios que han cerrado, los teatros inclusive. La gente no puede pagar esas sumas extremas”.
“Y sí, Mirta”, admitió Macri ya en un rincón del cuadrilátero. “¿Sabes por qué? Porque no se hizo gradualmente”, intentó explicarle la actriz como una maestra de escuela ante un alumno perdido en clase. Macri intentó entonces una reacción y terminó anunciando más “tarifazos”: “¿Cómo que no? ¿Sabes recién por dónde vamos? Lo que estamos cobrando por la electricidad es 45% de lo que vale”. Y siguió: “No es que Argentina tenga un sistema para generar luz más caro.
Es lo mismo que pagan los uruguayos y los chilenos. Nosotros estamos pagando recién el 45 por ciento de lo que cuesta. Si no hacíamos esto… mirá que lo pensé, lo pensé, lo pensé y le busqué la vuelta. No había otra manera porque si no bajaba el nivel de consumo y no empezamos a pagar lo que vale…”. Ahí Mirta lo interrumpió con otro derechazo a la mandíbula:
“Y si igual hay apagones, si igual hay apagones”, repitió. “No”, se defendió Macri, “bajó muchísimo. 45% en estos 3 meses” de verano. Pero a Mirta Legrand no había como contenerla. Yo veo todo, veo televisión, leo los diarios. Yo tendría que ser tu asesora.
No cometerías muchos errores que cometés. Y la pobreza cero (latiguillo de campaña, ndr), el segundo semestre (del 2016 en que Macri anunció sin éxito) que vamos a salir adelante, el (escándalo del) Correo (por el cual el gobierno le condonó una millonaria deuda a su familia), Avianca (acusada de asociarse al Grupo Macri para crear una nueva compañía de “low cost” en Argentina), muchas cosas”.
La primera dama intentó entonces recurrir a la “épica” de Cambiemos, rescatando frases de campaña. “Hay que tener fe y hay que ser positivos”. Pero Mirta Legrand no tenía una buena noche para ser contemplativa y le espetó: Yo soy positiva pero también soy realista”.
La charla siguió en los mismos carriles durante largos minutos, con un Macri que intentó hilvanar un discurso político basado en el esfuerzo de los trabajadores para salir adelante. Sin embargo, a esa hora de la noche la actriz –con un estilo medido pero implacable- le fue directo a la yugular. “Mauricio (a los trabajadores) no les alcanza el sueldo para vivir, no les alcanza”.
El presidente se fue a dormir el sábado a la noche consciente de que ya no se puede tapar la realidad con un dedo. Pero la mañana del domingo no fue mejor para él. Al despertarse leyó en el diario Clarín, que suele acompañar todas las medidas presidenciales y fustigar a diario en su portada la pasada gestión “kirchnerista”, que sus índices de popularidad siguen cayendo mes a mes en un año electoral.
Una encuesta de Management & Fit, hecha especialmente para Clarín, reveló que por primera vez desde que asumió el gobierno la imagen del presidente es más negativa que positiva. Un 44,2% de los argentinos desaprueba la forma en que está conduciendo su gestión contra un 40,2% que lo sigue respaldando. La caída de la aprobación, según este sondeo que en general muestra mejores resultados para el mandatario que otros similares, fue de 4 puntos este año.
Los números son contundentes: el 48,3% cree que la situación económica del país austral “estará peor” en los próximos meses y sólo el 27% considera que “estará mejor”. Llevando la pregunta a un terreno más individual, el 43,7% de los encuestados consideró que su situación económica personal empeorará, mientras que un 20,9% cree que mejorará, de acuerdo al sondeo.
El Telegrafo