Los centros médicos públicos realizan los pedidos de medicamentos a través del catálogo electrónico. La herramienta virtual facilita la gestión logística y reduce los tiempos de contratación. Xavier Córdova es presidente de la Fundación Ecuatoriana de Hemofilia (Fundhec) y padece una enfermedad que afecta al sistema de coagulación de la sangre y lo hace propenso […]


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Los centros médicos públicos realizan los pedidos de medicamentos a través del catálogo electrónico. La herramienta virtual facilita la gestión logística y reduce los tiempos de contratación.

Xavier Córdova es presidente de la Fundación Ecuatoriana de Hemofilia (Fundhec) y padece una enfermedad que afecta al sistema de coagulación de la sangre y lo hace propenso a hemorragias. Comenta que hace unos años conseguir la medicación para tratar su enfermedad resultaba caro y complejo, pues solo se hacía a través de fundaciones; el presupuesto que requería era de $ 70 mil al año.

Actualmente, su cuerpo presenta secuelas por no haber sido tratado adecuadamente. Su experiencia lo llevó a gestionar ayuda social para no menos de 730 pacientes hemofílicos en todo el país. Resalta que desde 2008 se pudo acceder a opciones eficientes de tratamiento, y desde 2012 el Estado impulsó aún más su atención con la vigencia de la Ley de Discapacidades: “la ley nos ampara, hoy en día hay un buen sistema porque abastecen una bodega general y sabemos que se distribuye mensualmente a cada hospital público”.

Para ampliar la cobertura y el acceso gratuito a fármacos de calidad, el Estado introdujo una máxima en la Constitución, artículo 363, numeral 7: “En el acceso a medicamentos, los intereses de la salud pública prevalecerán sobre los económicos y comerciales”.

Este mandato se reflejó en la Compra Agregada de Medicamentos, ejecutada en 2016, por la Red Pública Integral de Salud y el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), que embandera la articulación de las compras públicas del sector de la salud, para la efectividad en la adquisición y abastecimiento oportuno de medicamentos a cerca de 3.075 centros públicos de salud.

Esta compra corporativa le permitió al país adquirir 326 tipos de medicamentos que forman parte del Cuadro Nacional Básico por un monto total de 133 millones y se generó un ahorro para el país de 322 millones. La diferencia de fármacos es adquirida por el Ministerio de Salud Pública, mediante otros mecanismos, por ejemplo, a través de la Organización Mundial de la Salud.

La estimación de necesidades fue consolidada por el Ministerio de Salud Pública que como ente rector integró la demanda del IESS, Issfa e Isspol. Variables como el perfil epidemiológico, cobertura, egresos, actividades de prevención y recuperación, determinaron qué tipos de fármacos se debían adquirir. Desde agosto de 2016, los centros de salud adquieren medicamentos a través del Catálogo Electrónico de Medicamentos.

Esta herramienta es una tienda virtual, 100% electrónica que elimina la discrecionalidad y facilita la gestión logística en la entrega de los medicamentos, para que las coordinaciones, distritos y centros de salud realicen adquisiciones de manera desconcentrada y reduzcan los tiempos de contratación, porque los medicamentos y sus características técnicas están publicados, así como consta la información sobre los proveedores y los convenios marco suscritos.

Las coordinaciones, distritos y centros de salud realizan las adquisiciones de manera desconcentrada. El proveedor al recibir una orden de compra mediante el Catálogo Electrónico tiene un plazo de  30 días calendario para entregar el pedido a la casa de salud, salvo casos de emergencia declarada en los que se coordina entregas inmediatas.   El Dr. Rubén Andrade, fármaco químico responsable de la farmacia del hospital Sagrado Corazón de Jesús en Quevedo-Los Ríos, afirma que necesitan cerca de 190 principios activos:

“En la actualidad estamos abastecidos, el catálogo nos favorece de una manera extraordinaria porque encontramos lo que necesitamos en un solo sitio, tener agilidad en la entrega y saber que los proveedores son calificados y certificados”.

Una de las bondades del Catálogo Electrónico son los precios, así lo resalta el Dr. Alfredo Medina, director del hospital Nicolás Coto Infante, del cantón Vinces: “El suero oral que está catalogado cuesta aproximadamente $ 0.10, mientras que si se lo compra por otros mecanismos, cuesta $ 0.80”. La reducción en el costo obedece a que la compra agregada ofreció seguridad jurídica y comercial a las casas farmacéuticas mediante convenios de al menos dos años.

Estas condiciones le permitieron al Estado ecuatoriano obtener: precios convenientes, calidad estandarizada y capacidad de monitoreo para un uso racional de los mismos. La gratuidad es un factor que resaltan los usuarios del Sistema Público de Salud. Por ejemplo, Marina Sánchez se atiende en el hospital Sagrado Corazón de Jesús de Quevedo: “No pago nada, todo es absolutamente gratis; no he averiguado cuánto cuesta afuera, pero creo que sí me costaría bastante porque son anticonceptivos que necesito.

Los uso desde diciembre de 2016 y funcionan perfectamente”. En cambio, Flor Mayorga acude con su padre al Hospital Básico Jaime Roldós Aguilera del cantón Ventanas. “Mi papá tiene una molestia en el cuello, también es hipertenso, no pagué nada.

Si tendría que pagar afuera implicaría mucho y la salud debe ser gratis como hasta ahora”. Los convenios suscritos por los proveedores de medicamentos contemplan especificaciones  técnicas, sanitarias y de calidad, condiciones comerciales, económicas y legales.

La inobservancia de todos los parámetros significa la aplicación inmediata de sanciones y el cobro de garantías. Antes de adjudicar a una empresa farmacéutica se verificó que en la documentación que entregaron conste el Registro Sanitario otorgado por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).  La presentación de este documento fue obligatoria y un requisito fundamental.

Daniel Apolo, representante legal del laboratorio nacional Oxialfarm resaltó que Arcsa como ente regulador “está monitoreando todos nuestros procesos de producción, logísticos; queremos que se nos exija para garantizar al mercado la calidad deseada”. A pesar de que las reglas estuvieron claras, ya se han aplicado sanciones a empresas por no informar sobre el cumplimiento en la entrega de los medicamentos.

Todos los centros de salud del país tienen a disposición el Catálogo Electrónico de Medicamentos, incluso aquellos de zonas alejadas, fronterizas, rurales. El abastecimiento ha sido óptimo, así lo confirman usuarios, doctores, gerentes de hospitales; farmacias y bodegas llenas.

El derecho a la salud se cumple en todo el país por igual. El portal Salud Contigo garantiza la vigilancia ciudadana La ciudadanía informada es corresponsable en exigir la entrega de medicamentos. El Sercop desarrolló la aplicación electrónica disponible en: saludcontigo.compraspublicas.gob.ec que expone información sobre las adquisiciones de medicamentos que realizan las unidades operativas de salud.

Entre los datos que constan están: principio activo, cantidad y fecha de compra, nombre del proveedor, convenio marco y más detalles. De esta manera se fomenta en la ciudadanía el control participativo sobre la gestión pública y la vigilancia en el cumplimiento del derecho a la salud y acceso a medicamentos, porque se expone con claridad cuándo, cuánto y qué tipo de fármacos están adquiriendo las unidades de salud para entregar a los usuarios del Sistema Público.

CC








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