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Las tres centrales obreras lograron el jueves paralizar Argentina en la primera huelga general contra el presidente Mauricio Macri, quien en la misma jornada inauguró una reunión del Foro Económico Mundial dedicada a América Latina. La huelga dejó sin actividad a industrias, comercios y centros educativos. Sólo hubo incidentes aislados con cuatro heridos y seis […]


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Las tres centrales obreras lograron el jueves paralizar Argentina en la primera huelga general contra el presidente Mauricio Macri, quien en la misma jornada inauguró una reunión del Foro Económico Mundial dedicada a América Latina.

La huelga dejó sin actividad a industrias, comercios y centros educativos. Sólo hubo incidentes aislados con cuatro heridos y seis detenidos al chocar manifestantes de izquierda con policías en una ruta cercana a Buenos Aires.
«Se ha paralizado el país. Destacamos la contundencia del paro y el nivel de organización y disciplina», dijo en rueda de prensa el sindicalista Juan Carlos Schmid. El acatamiento al paro «fue del 90%», dijo el gremialista Pablo Micheli.

La reacción de Macri fue destacar que, por el contrario, funcionó en forma normal el foro ante un millar de prominentes empresarios en un lujoso hotel del exclusivo barrio de Puerto Madero. «Qué bueno que estamos acá, trabajando», inició su discurso Macri. Fue ovacionado.

La huelga dejó al país sin vuelos nacionales o internacionales. No circuló ningún medio de transporte público.

La huelga de 24 horas fue convocada contra los despidos, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo en una economía en recesión, aunque el gobierno asegura que «ya arrancó» pese a que aún es imperceptible para la clase media y trabajadora.

Ante este foro bautizado por la prensa como «Mini Davos», Macri hizo una defensa de sus políticas. «Queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico», dijo en referencia a su llegada al poder en diciembre de 2015.


El presidente resaltó la salida de Argentina del ‘default’, la liberación del tipo de cambio y dijo que «bajó la inflación», en una charla con Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial (WEF), artífice del cónclave anual que se realiza en la estación de invierno de Davos, en Suiza.

– Como en domingo –
Con una ciudad a ritmo de feriado, con algunos pequeños comercios abiertos, poca gente en la calle e intenso tráfico de ciclistas, se cumplió el paro de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) y los dos sectores de la central CTA.

El ministro del Trabajo, Jorge Triaca, reconocía temprano que «el paro tiene una alta adhesión». Pero luego, en rueda de prensa, dijo que «fue innecesario» y acusó a los sindicalistas de actuar con motivaciones políticas, a seis meses de las elecciones legislativas de octubre.


El sindicalista Pablo Moyano, de la CGT, retó al ministro a convocar cuanto antes una mesa de diálogo. «En vez de salir a criticarnos, Jorge Triaca debería salir a llamar a una reunión en serio para dar una respuesta a los trabajadores», expresó.

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Hugo Yasky, secretario general de la CTA, criticó los operativos antimotines. «Hay una decisión de instalar la imagen de represión para desplazar la imagen de calles vacías», dijo.

El gobierno advirtió que no permitiría el bloqueo de rutas. «Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción», advirtió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

– Reclamos –
La vicepresidenta Gabriela Michetti consideró que la huelga general era «una medida extrema que le sale 1.000 millones de dólares al país».

Argentina sigue en recesión. La economía se desplomó 2,3% en el primer año de gobierno de Macri y sólo en enero hubo una tibia recuperación.

La pobreza aumentó y alcanza a 32,9% de los argentinos, según un estudio de la Universidad Católica que casi coincide con estadísticas oficiales. Las inversiones cayeron 5,5%. La producción industrial lleva 13 meses de caída.

La huelga es el corolario de masivas marchas opositoras en marzo organizadas por sindicatos, estudiantes, docentes y organizaciones de derechos humanos.

La inflación, que según consultoras llegó a 40% en 2016, evaporó el poder adquisitivo del salario.
Estimaciones privadas sitúan en 21% la inflación para este año, mientras el gobierno insiste que será del 17% y busca imponer ese tope a reajustes salariales.

Los gremios lo rechazan y reclaman una recomposición en negociaciones libres con las empresas, como lo marca la ley.

Los despidos alcanzan a 250.000 en la economía formal, pero se estima que se multiplican por miles en una economía con el 40% de trabajo no registrado.

La industria y la construcción, principales pilares del empleo, cayeron en febrero 6% y 3,4%, respectivamente.
La lluvia de inversiones que prometió Macri al asumir la presidencia en diciembre de 2015 sigue sin producirse.
Macri endureció su postura hacia los sindicalistas, a quienes llamó «mafiosos» luego que el sábado decenas de miles de personas sorprendieron con una concentración inédita para expresarle apoyo a su gobierno.

Fuente: MediosPublicos








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