La Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (CINAE), durante la presentación del primer anuario elaborado por el gremio, indicó que este sector prevé que el mercado crecerá del 16% al 19%, con una producción nacional de 37.821 vehículos este año y ventas cercanas a las 74 mil unidades (incluyendo importados).
Sin embargo, a criterio de David Molina, director ejecutivo de la Cámara, aunque las estimaciones muestran una recuperación de la industria, aquello no representa un crecimiento pleno si se lo coteja con los altos niveles de producción registrados años atrás.
Comparar el volumen de ventas de los primeros meses de 2017 con los de 2016, según Molina, no es adecuado dado que el año pasado fue ‘atípico’ para el sector porque estuvo marcado por una drástica caída, producto de una contracción de la demanda que, a su vez, se vio afectada por la compleja situación económica que experimentó el país.
Los altibajos son confirmados por las cifras. En 2015 las ventas del primer trimestre sumaron 25.574 unidades; para 2016 descendieron a 12.379; y en 2017 escalaron a 19.418 (solo en marzo se vendieron 7.629 unidades). La aprobación de la Ley para el Equilibrio de las Finanzas Públicas (abril 2016) aportó a mejorar la tendencia porque permitió que las empresas despachen productos disponibles en stock.
La norma estableció una reducción temporal (hasta el 31 de diciembre de 2016) de 5 puntos al Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para vehículos valorados hasta US$30.000. El incentivo se aplicaba siempre que la reducción se vea traducida en un menor precio de venta al público, lo cual estimuló la demanda.
Molina explicó que la situación se estabilizó a partir del segundo semestre del año pasado con un promedio de ventas mensuales de 6.500 vehículos. Dos factores han incidido: la recuperación general de la economía ecuatoriana y la variación positiva de los precios del petróleo. “La economía, de alguna manera, está dando síntomas de recuperación. El ciclo bajo ya lo tuvimos. Se prevé un crecimiento de 1,4% que no es extremadamente fuerte, pero está”, aclaró el ejecutivo.
La Cámara espera una respuesta de parte del Gobierno a sus propuestas para estructurar una política industrial específica para la rama automotriz. Los planteamientos, que han sido analizados con el Ministerio de Industrias y Productividad, giran en torno a estimulaciones arancelarias a la producción a cambio de una mayor incorporación de componentes ecuatorianos.
Desde 2012 se exige a las ensambladoras tener el 5% de contenido mínimo de Material Originario Ecuatoriano (MOE). La propuesta es establecer una base inicial de 13% que en el transcurso de un año pueda llegar a 16%. Aquello se complementa con la puesta en vigencia de una tabla arancelaria que motive a sumar más piezas ecuatorianas. “Generará la presión para que los autopartistas puedan producir bienes para ser integrados en porcentajes mayores a los vigentes”, detalló.
En la actualidad las empresas pagan alrededor de 15% de aranceles por las partes y piezas que no se producen en el país (CKD). Con esto se busca mejorar la competitividad y corregir el desequilibrio que existe con los vehículos importados, principalmente desde Colombia, porque sus productos ingresan a Ecuador con 0% de aranceles, lo cual torna más atractiva la importación. También protegerá a la industria de cara al desmantelamiento de aranceles para vehículos provenientes de Europa a propósito del acuerdo comercial multipartes con la Unión Europea (UE).
Fuente: Ecuador Inmediato