Diversas investigaciones han evidenciado que dormir lo suficiente cada noche está asociado a una buena salud. Un nuevo estudio lo confirma al exponer que dormir poco (6 horas o menos) cuadruplica el riesgo de que contraigamos un resfriado común. El trabajo ha sido publicado en la revista Sleep.
Tener unos buenos hábitos de sueño puede reducir el riesgo de sufrir de gripes y resfriados, tan comunes en las épocas de bajas temperaturas, según las conclusiones de un equipo de científicos del Colegio Dietrich de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (EE.UU.) junto con expertos de la Universidad de California en San Francisco y el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
Para llegar a esta resolución, los investigadores contaron con la participación de 164 personas. Todas ellas fueron sometidas durante dos meses a revisiones de salud, cuestionarios y entrevistas personales para delimitar factores como el consumo de cigarrillos y alcohol, el nivel de estrés o el estado de ánimo. De la misma forma tomaron nota de sus patrones de sueño utilizando un sensor que medía la duración y la calidad del sueño durante toda la noche.
Tras este paso, los voluntarios fueron llevados a un hotel donde se les administró, a través de gotas nasales, el virus causante del resfriado común. Los científicos monitorizaron la salud de los participantes durante una semana, a la par que extraían muestras de moco diarias. El análisis de las muestras reveló que aquellos que habían dormido menos de 6 horas eran 4,2 veces más propensos al resfriado, en comparación con los que durmieron más de 7 horas.
“El sueño va más allá de todos los otros factores que se midieron. No importaba cómo eran de mayores las personas, sus niveles de estrés, su raza, educación o ingresos. No importaba si eran fumadores. Con todas esas cosas tenidas en cuenta, estadísticamente, el sueño todavía era el ganador y fue un abrumadoramente fuerte predictor de susceptibilidad al virus del resfriado”, explica Aric Prather, líder del estudio.
Las conclusiones del estudio ponen de manifiesto que el sueño debe formar parte importante de las medidas recomendadas de salud pública junto con el ejercicio y la alimentación. “En nuestra cultura de estar ocupados, todavía hay una buena cantidad de orgullo acerca de no tener que dormir y conseguir hacer un montón de trabajo. Necesitamos más estudios como éste para empezar a hacer llegar a los hogares que el sueño es una pieza fundamental para nuestro bienestar”, aclara Prather.
CC