Al menos ocho personas han muerto este lunes en un enfrentamiento entre el Ejército mexicano y la delincuencia organizada en Baja California Sur (noroeste de México).
Uno de los Estados más turísticos del país norteamericano y en el que la afluencia de visitantes estadounidenses es elevada. «Siete personas presuntamente pertenecientes a la delincuencia organizada perdieron la vida; asimismo, un elemento de la Armada de México resultó herido, quien más tarde falleció», ha indicado la Secretaría (Ministerio) de Marina en una nota.
Según la información proporcionada por el Gobierno mexicano, el choque se ha producido en el transcurso de un patrullaje terrestre en las inmediaciones del municipio de San José del Cabo. Los militares fueron agredidos «por presuntos integrantes de la delincuencia organizada con disparos de arma de fuego, quienes posteriormente se introdujeron en un domicilio». Ante esta situación, el grupo de marinos, «con el fin de controlar el nivel de agresión y reducir el peligro de daños a terceros resistió al ataque», con base en los procedimientos establecidos, informa Efe.
San José del Cabo está situado a solo 30 kilómetros de la principal zona turística de Cabo San Lucas, uno de los enclaves mexicanos que más auge de visitantes ha tenido en la última década. El Estado de Baja California, popular entre el colectivo de turistas internacionales y expatriados, ha sufrido un aumento de la violencia recientemente.
En el lugar en el que se ha producido el enfrentamiento, las autoridades se han incautado armas «de uso exclusivo de las fuerzas armadas», así como droga, vehículos, equipos de comunicación, equipo táctico y uniformes. El suceso llega menos de 48 horas después de que siete presuntos criminales fallecieran en La Grulla (Chihuahua, norte del país) cuando en un enfrentamiento con miembros del Ejército.
Hace solo dos semanas, Max Rodríguez, un periodista que cubría asuntos policiales fue asesinado a tiros en La Paz (Baja California Sur, 180 kilómetros al norte de San José del Cabo). En los últimos meses también se ha recrudecido la violencia contra los reporteros en este Estado mexicano. A finales de marzo, otro redactor —Julio Omar Gómez Sánchez— fue víctima de un atentado en San José del Cabo. Aunque él salió ileso, el escolta que le habían asignado para proteger su vida murió por las balas.
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