La Comisión de Relaciones Internacionales aprobó el informe para segundo debate del proyecto de Código de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público. Esta norma regula la estructura, procesos y mecanismos de acción de todas las instituciones de seguridad pública del Estado.
También establece la creación del Servicio Civil de Protección a autoridades como mandatarios y funcionarios que ocupan altos cargos en el Estado.
El Código contiene 4 libros, sin embargo, el tercero, referido a la creación del Servicio de Protección Pública, conformado por personal civil especializado, profesional, técnico y jerarquizado, generó mayor discusión y análisis.
Diego Salgado, asambleísta de CREO, votó en contra del informe. Dijo que con su aprobación se estaría creando una tercera fuerza armada.
En cambio, Fernando Bustamante, legislador independiente, señaló que es imposible crear un servicio de protección de dignidades sin armamento.
Sin embargo, Eduardo Zambrano, legislador por PAIS, negó aquello. Afirmó que no se tratará de una «fuerza de choque, guardia armada o guardia pretoriana».
Además, aclaró que eso no significa que las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, instituciones que cumplen con estas actividades actualmente, efectúen mal su trabajo.
La idea del Servicio de Protección, según los legisladores que votaron a favor, es especializar y capacitar a los miembros civiles que se encarguen de aquello.
En caso de ser aprobado el Código, este servicio a las autoridades sería implementado en aproximadamente 10 años, tiempo en que llevaría ajustar el presupuesto, la capacitación a los funcionarios y el tema organizativo.
Para la elaboración del informe, desde febrero del año pasado, la Comisión analizó y debatió el contenido de los cuatro libros, del preliminar y disposiciones, en 25 sesiones y decenas de reuniones de trabajo, con la participación de representantes de las instituciones involucradas.
El informe será remitido a la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, para que convoque a sesión para su análisis en el Pleno.
El Telégrafo