Un carril de la carretera estatal E15Norte Esmeraldas – San Lorenzo, fue reabierta la mañana de este sábado para el paso de automotores, luego de un deslizamiento de tierras producto de la lluvia que cayó anoche.
El ECU-911 detalló que se habilitó un carril para los automotores que no podían pasar por el agua y lodo en la calzada, desde las 22:00 del viernes.
Genoveva Tafur, transportista, dijo que a esa hora no pudo circular con su camioneta y que varias personas llamaron al ECU-911 para solicitar ayuda.
Los trabajos de limpieza se mantienen entre Tacusa y Colope, que conecta entre los cantones Esmeraldas y Rioverde, por deslizamiento de tierra. Técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SRG, realizaron la inspección y evaluación de las afectaciones, ya que el agua ingresó a varias viviendas ubicadas en la vía.
El concejal rural Miguel Ruíz, indicó en las redes sociales, que el desborde se registró en el estero Colope, en la parroquia Camarones, indicando que la maquinaria de Repuesta Inmediata del Municipio de Esmeraldas, de la Prefectura y Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTPO), trabajan en la remoción y limpieza de materiales.
Esta carretera sirve de conexión terrestre con Imbabura y la zona fronteriza norte de Esmeraldas con Colombia.
Personal operativo del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas también se movilizó esta madrugada a los recintos Tacusa, Pegüe y Cabuyal, en donde se presentaron severas afectaciones por las lluvias, informó el comandante José Vivero.
Las precipitaciones de los últimos días ocasionaron otros derrumbes en el camino vecinal Pizares – Anchayacu, en el cantón Eloy Alfaro, en donde la maquinaria de la Prefectura trabaja en la remoción de escombros.
En Quinindé, la vivienda de Virginia Zorrilla Muñiz sufrió daños al caer un árbol por la lluvia del jueves anterior, que estuvo acompañada por tormentas eléctricas y vientos huracanados. El temporal derribó unos 20 árboles, en diferentes sector como el caso del Recinto Estero La Junta (El Capricho), reportó la Unidad de Gestión de Riesgo de Quinindé.
El Telégrafo
