El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió por el momento no trasladar la embajada de su país en Israel a Jerusalén, y dejarla en Tel Aviv.
«Nadie debería considerar este paso en ningún modo como una retirada en el fuerte apoyo del Presidente a Israel», dice el comunicado de la Casa Blanca.
«Como ha insistido de manera repetida sobre el traslado de la embajada, la cuestión no es si ese movimiento sucederá, si no cuándo», agregó el escrito.
La cuestión no es si ese movimiento sucederá, si no cuándo
Un funcionario, bajo petición de anonimato, señaló a la agencia de noticias AFP que Trump firmó una cláusula derogatoria que mantiene la embajada en Tel Aviv seis meses más, pero insistió en que es un retraso, no una anulación.
Este jueves se cumplía el plazo para renovar la suspensión, caso contrario el Departamento de Estado perdería la mitad de sus fondos para instalaciones en el extranjero. La suspensión se ha renovado cada seis meses desde hace años.
Israel considera a Jerusalén íntegra su capital, pero los palestinos reclaman el sector este de la ciudad para la capital de su futuro estado.
Estados Unidos sostiene que el estatus de Jerusalén debe ser negociado entre Israel y los palestinos.
Fuente: InfoBae