Una comisión, integrada por delegados de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y de la Universidad de Guayaquil, será creada para analizar dos temas: el cupo para nivelación y los recursos que requiere esta institución de educación superior.
Aquel fue uno de los temas acordados ayer durante la primera reunión que mantuvo en Guayaquil el secretario nacional del organismo, Augusto Barrera, junto con el rector del centro, Galo Salcedo, y demás autoridades académicas.
Según Salcedo, un objetivo es que a través de esta comisión haya una coordinación entre ambas instituciones, respetando sus autonomías, para realizar un estudio completo y ver qué mecanismos se pueden aplicar para ampliar los cupos que se ofrecen a los nuevos bachilleres para octubre próximo o abril del 2018.
Los nombres de quienes serán los representantes de la universidad serán dados a conocer la próxima semana.
Salcedo manifestó que en la cita se dio un diagnóstico de la institución y se plantearon temas, como más apoyo financiero para ofertar posgrados, una revisión del presupuesto del 2017 que fue fijado en julio del 2016 cuando la institución estaba en la categoría D, además del apoyo en investigación. El presupuesto actual de la universidad es de $ 154 millones y tiene un déficit de $ 15 millones.
Salcedo dijo que se abordó el plan de contingencia que se ha aplicado para atender el excedente de los más de 3.317 aspirantes al curso de nivelación que inicialmente era de 5.766.
“La U. de Guayaquil tiene su planteamiento, esto (el excedente) trajo una serie de acciones y mecanismos, de reajustes, que (…) en una futura ocasión deberían trabajarse mancomunadamente para delinear de mejor manera el incremento en el caso de que se diera…”, dijo.
El funcionario se mostró complacido por la apertura del diálogo con el principal directivo de la Senescyt.
El vicerrector académico de la U. de Guayaquil, Fernando Sandoya, explicó que se abrirían dos comisiones que deberán presentar en 15 días un primer borrador de los resultados del análisis sobre cómo pueden ampliarse los cupos, diversificar su oferta académica y recursos financieros que se requieren, entre otros. Según Sandoya, la Universidad está funcionando al límite de sus capacidades, con 68 mil alumnos, incluyendo a los de nivelación.
Barrera señaló que en la U. de Guayaquil aún hay “pasivos” por resolver, como la jubilación de docentes y problemas administrativos. Por la tarde, en otra reunión con autoridades de universidades particulares, se abrió un “diálogo” con inquietudes sobre financiamiento, autonomía, administración y agilidad de procesos. Varias potenciarían carreras técnicas.
Fuente: EU