Una investigación científica realizada en la provincia de Cotopaxi por la Universidad de Washington en St. Luis, Estados Unidos, con el apoyo de la Universidad San Francisco de Quito, concluyó que la ingesta temprana de huevos mejora significativamente el crecimiento de los niños más pequeños.


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Una investigación científica realizada en la provincia de Cotopaxi por la Universidad de Washington en St. Luis, Estados Unidos, con el apoyo de la Universidad San Francisco de Quito, concluyó que la ingesta temprana de huevos mejora significativamente el crecimiento de los niños más pequeños.

Este fue el resultado del proyecto denominado ‘Lulun’, liderado por Lora Iannotti, que estudió a un grupo de 160 menores. La mitad de ellos recibió entre sus alimentos un huevo diario y se evidenció, al cabo de 6 meses, un desarrollo considerable, en comparación con la otra mitad que no lo ingirió.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un huevo de 50 gramos aporta al organismo 27% de selenio, 25% de vitamina B12, 13% de proteína, 11% de fósforo, 9% de vitamina D, 9% de ácido fólico, 4% de vitamina B6 y 2% de vitamina E, entre otros.

Los médicos y nutricionistas, teniendo en cuenta los últimos estudios, consideran un mito aquello de que si se ingiere este producto diariamente se incrementa el colesterol sanguíneo.

En ese sentido, la asesora nutricional Gabriela Ruiz explica que el consumo de huevo no representa riesgos y por eso recomienda comer 2 al día.

La especialista destaca que, salvo que la persona sufra de colesterol, triglicéridos o hígado graso, no se lo debe obviar de la dieta diaria.

En el caso de los bebés, menciona que cuando empiezan su alimentación complementaria, se espera a que tengan entre 8 y 10 meses, incluso un año, para suministrarles este producto y evitar la aparición de alergias.

“Es una buena opción como fuente de proteína por su alto valor biológico y, aparte, tiene muchos otros compuestos que son beneficiosos”.

Refiriéndose al proyecto ‘Lulun’, Ruiz indica que el hecho de que los niños hayan consumido huevos por 6 meses les sirvió por el aporte de proteínas, que son las que construyen células; eso ayudó a su crecimiento.

Prevención por salmonelosis

El médico general Henry Farfán señala que el huevo es bueno para el desarrollo muscular, sobre todo de los niños en crecimiento. “También contiene una sustancia, la luteína, que ayuda en la generación de membranas celulares y a la formación de ciertas proteínas cerebrales que potencian el funcionamiento cerebral”.

Tanto Ruiz como Farfán mencionan que la mejor forma de consumirlo es cocinado (duro), ya que así se previenen los casos de salmonelosis. Cuando el producto está en refrigeración corre menos riesgo de que por su cascarón —que es poroso— ingrese la bacteria de la salmonela.

La nutricionista añade que ingerir el huevo crudo licuado, como lo hacen algunos deportistas, no tiene un fundamento nutricional. “Si las proteínas no se someten al calor, el cuerpo no las puede asimilar y las elimina al ir al baño. Mientras más cocido esté es mejor y, además, se evitan intoxicaciones”.

Datos

– La clara es baja en proteína y colesterol; la mayor concentración está en la yema.

– Si la persona padece de problemas intestinales, colitis, de vías biliares, vesícula, la ingesta de este producto genera un poco de flatulencias, pero no se lo considera como contraindicado.

– Hay estudios que indican que comer 3 huevos diarios no afecta los niveles de colesterol sanguíneo.

– Contiene luteína y zeaxantina, 2 antioxidantes que reducen el riesgo de enfermedades oculares.

 

Fuente: El Telégrafo








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