Los bomberos trabajaban sin descanso este lunes para controlar un incendio que afecta un parque natural en el sur de España, sin producir hasta ahora heridos, indicó un portavoz a la AFP.


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Los bomberos trabajaban sin descanso este lunes para controlar un incendio que afecta un parque natural en el sur de España, sin producir hasta ahora heridos, indicó un portavoz a la AFP.

Este fuego ha concitado mucha atención en España, luego de los devastadores incendios en el vecino país de Portugal, que dejaron 64 muertos y 200 heridos el 17 y el 18 de junio.

«El incendio sigue activo, las llamas no están controladas, se extienden y se propagan», indicó la mañana del lunes un portavoz de los bomberos.

Por el momento, «no hay información de que haya nadie herido», precisó la fuente.

El fuego, que obligó a evacuar a más de 2.000 personas, entre ellos turistas, afecta al parque natural de Doñana en Andalucía, pero no alcanzó aún el parque nacional del mismo nombre, que es Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco desde 1994.

Las llamas «no han llegado (…) al parque nacional», indicó el consejero regional de medio ambiente, José Fiscal López, interrogado por el canal 24 horas.

«El esfuerzo ha sido especial durante esta noche (del domingo al lunes) en el frente que amenazaba más al propio parque», dijo el responsable.

Gustavo Cuéllar, alcalde de Moguer (provincia de Huelva, Andalucía), donde se inició el incendio la noche del sábado, mostró este lunes «cierto optimismo».

«Hoy todas las noticias que están llegando de los tres focos son positivas, hay bastante más sosiego y más tranquilidad» que el domingo, cuando altas temperatura y fuertes vientos potenciaron el fuego, dijo la presidenta regional de Andalucía, Susana Díaz.

Los bomberos esperaban iniciar una nueva ofensiva contra el fuego aún «activo» la mañana del lunes.

Más de 200 bomberos forestales, con 15 autobombas, trabajaban el lunes, apoyados con siete medios aéreos, según la cuenta de Twitter del dispositivo contra incendios forestales de Andalucía, Infoca.

 

Fuente: El Telégrafo








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