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Rusia amenazó el pasado viernes con bloquear el sistema de mensajería cifrada Telegram, al que acusa de no cumplir la ley, en un contexto de lucha antiterrorista.


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Rusia amenazó el pasado viernes con bloquear el sistema de mensajería cifrada Telegram, al que acusa de no cumplir la ley, en un contexto de lucha antiterrorista.

La agencia rusa de regulación de medios y telecomunicaciones, Roskomnadzor, publicó en su web una carta abierta al creador de Telegram, Pavel Dourov, que no es la primera vez que se enfrenta al poder ruso.

La carta le pide que rellene un formulario con los detalles de la empresa que gestiona Telegram para demostrar que el servicio de mensajería “está dispuesto a trabajar según la ley rusa”.

“En caso de rechazo de cumplir sus obligaciones de difusión de información, Telegram será bloqueado en Rusia”, advierte la agencia estatal.

El anuncio coincide con el estudio en el parlamento de un proyecto de ley que obligaría a los usuarios de sistemas de mensajería a identificarse con un número de teléfono.

La autoridades intentan controlar estos sistemas en el marco de la lucha antiterrorista, pero también para controlar internet, muy utilizado por la oposición a falta de poder acceder a los medios tradicionales.

Telegram fue lanzado en 2013 en Estados Unidos por Pavel Dourov, el creador de la red social Vkontakte, considerado el “Facebook ruso”.

El servicio permite intercambio mensajes de texto y vocales, fotos y video de manera rápida y muy segura, así como crear grupos o canales para difundir mensajes.

Telegram tuvo éxito muy rápidamente y ha sido acusado de facilitar las comunicaciones entre los yihadistas del Estado Islámico (EI), por lo que está en el punto de mira de las autoridades en varios países.

Mientras que ayer, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia atacó a Telegram al afirmar que los autores del atentado de San Petersburgo en abril pasado -que dejó un total de 15 fallecidos- usaron esta mensajería encriptada, que las autoridades rusas amenazaron ya con bloquear.

 

Fuente: El Telégrafo








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