El Centro de investigación Cochrane Ecuador con sede en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) presentó una nueva revisión que evidencia que no existen al momento datos concluyentes sobre la eficacia de las vacunas para disminuir episodios de resfriado común en personas sanas.
En esta actualización del estudio que inició en 2013, se revisaron 221 nuevos artículos que no cambiaron las conclusiones iniciales.
“El objetivo de generar una vacuna sería el de reducir los episodios de resfriado común en las personas, algo que no vemos en las evidencias científicas”, explicó Daniel Simancas, Coordinador del Centro Cochrane Ecuador – UTE.
En promedio, un adulto sano tiene entre cinco y seis episodios de resfriado común al año. Sin embargo, tras analizar la bibliografía, aproximadamente 1000 investigaciones relacionadas a la eficacia de las vacunas, no existen pruebas de una disminución de los episodios de resfriado después de haberse aplicado la dosis.
Esto se debe a que en promedio existen 200 virus conocidos causantes del resfriado común, entendida como una infección viral de las vías respiratorias superiores que remite espontáneamente y que se caracteriza por rinorrea, congestión nasal, estornudos, tos, malestar general, presencia o ausencia de dolor de garganta y temperatura algo elevada.
“Por lo tanto, si una persona sana quisiera reducir los casos de resfriado común al año, en teoría debería recibir 200 vacunas para los diferentes virus, lo que sería impensable”, agregó Simancas.
Las conclusiones de los investigadores involucrados: Ricardo Hidalgo Ottolenghi, Verónica Guerra, María Luisa Félix, y Daniel Simancas, es que elaboradores de políticas públicas, médicos y académicos no deberían recomendar la administración de vacunas para prevenir el resfriado común en personas sanas.
Sin embargo, esto no quiere decir que las vacunas no sean efectivas o no sirvan. Como explica Simancas, las investigaciones científicas médicas se dedican a dos tipos de desenlaces: unos relacionados con la enfermedad (eficacia de la inmunogenicidad) y otros con el paciente (disminución de sintomatología).
En el caso de las vacunas para el resfriado común, las investigaciones se han enfocado en demostrar que luego de la administración se generan los anticuerpos respectivos; es decir la eficacia de la inmunogenicidad de la vacuna. “El problema es que el hecho que una vacuna sea efectiva con un virus no es sinónimo de que se van a reducir los episodios de resfriado común durante el año”, comentó.
Esta revisión sistemática es parte de las funciones del Centro Colaborador Cochrane de Ecuador que es una organización científica sin fines de lucro, con sede en la UTE, que pertenece a la Red Cochrane Iberoamericana con sede en Barcelona.
Este se encarga de la producción y difusión de revisiones sistemáticas de la literatura médica para constituir nueva evidencia científica para la toma de decisiones informadas sin conflictos de interés.
Fuente: UTE