El expresidente Rafael Correa señaló que nunca le ha interesado trascender, «pasar a la historia, sino servir a mi pueblo». En el programa ‘Palabra Suelta’, dirigido por Xavier Lasso, el exmandatario manifestó que lo importante en un buen gobierno es «institucionalizar al país y eso tratamos de hacer cada segundo de los 10 años».
En la ultima entrevista -que ofreció antes de su salida a Bélgica el próximo lunes 10 de julio-, Correa enfatizó que durante su gestión evitó «la personalización», pues considera que los procesos políticos van «más allá de un personaje». Acotó que el único liderazgo no es el presidencial, sino que también existe el empresarial, cultural, entre otros.
Correa confesó que hay «desacuerdos normales en un movimiento democrático». Dijo que no comparte la visión del gobierno del presidente Lenín Moreno.
Por ello durante la entrevista de más de una hora en media, en EcuadorTV, dejo en clara su postura. «Así como han buscado diferenciarse de mi gobierno, dejo en claro que me diferencio; no creo en el diálogo por el diálogo, en legitimar a la gente que ha hecho mucho daño al país, que insulta a nuestros compañeros, y jamás podré aceptar un pacto con lo peor de la política, con los Bucaram y más aún con espacios de poder, que no es poder, sino de saqueo como es entregar CNEL a Bucaram».
Enfatizó que volver al «viejo país es inaceptable» y que «hay líneas rojas que no se pueden pasar». Correa enfatizó que los diálogos deben ser con principios, «jamás dialogaría, por ejemplo, con un tipo que le insultaba todos los días cuando era vicepresidente».
A su criterio, no son momentos políticos, sino cuestión de principios. «Creer que la política es un vacío, sin principios; no hay que sacrificar principios. No puedes pactar con un Bucaram y peor darles las empresas que más facturan. ¿Cree que sí los Bucaram van a CNEL para lograr más eficiencia o para saquear lo más rápido posible CNEL y la República? No nos engañemos».
Sobre el camino de Moreno, dijo que «es equivocado (…) la fórmula del éxito no la conozco, pero del fracaso es tratar de contentar a todo el mundo»
El exJefe de Estado manifestó: «He dicho en otras oportunidades, mi desazón y mi dolor porque es clara la estrategia de diferenciarse de mi gobierno, de Correa, y para eso creo que se ha caído en deslealtades y mediocridad, porque si yo quiero ser diferente no tengo que andarlo anunciando no tengo que irlo marcando, mi accionar le va a demostrar a mis mandantes que tengo otro estilo».
Le preocupó criterios del actual Mandatario: «no voy a coger el discurso de corrupción de la oposición de la lucha contra la corrupción y decir que todo es corrupción, y que se empezó a investigar desde el 24 de Mayo, que hay que llamar a la ONU (…) ¿Han escuchado decir a Lenín algún momento que fue 6 años vicepresidente del Ecuador y que jamás toleramos un solo acto de corrupción? No. Es como que no es su problema. Son cosas que hieren».
Confesó que han charlado y manifestado las diferencias, «pero bueno Lenín tiene otra forma de pensar y actuar y creo que tiene mala asesoría».
Enfatizó su «desconcierto, dolor, de ver cómo la estrategia de diferenciarse de nosotros, como parecería ser que la oposición es que la que ha tenido razón, cómo desaire, tras desaire, innecesarios quiere pactar con la Conaie y le deseo buena suerte».
Durante la entrevista dijo que hay una estrategia «muy clara de diferenciación y yo también quiero dejar en claro que me quiero diferenciar del actual gobierno, porque no estoy de acuerdo con lo que están haciendo y el pacto con Bucaram es impresentable, intolerable, ojalá se corrija lo más pronto posible, porque sería regresar al viejo país».
A criterio de Correa hay la sensación en la militancia de que se acogió el discurso de la oposición. «Yo no coincido en el diálogo de sordos con todos, sin principios, no coincido con el pacto con Bucaram y quiero marcar esa diferencia.
Por ello afirmó que «la estrategia de diferenciación no es correcta, es bastante mediocre y es explícita y tratar de diferenciarse en todo». Concluyó enfatizando que «así como han buscado diferenciarse dejo en claro que me diferencio, no creo en el diálogo por el diálogo, en legitimar gente que ha hecho mucho daño al país, que insulta a nuestros compañeros, y jamás podré aceptar un pacto con lo peor de la política con los Bucaram y más aún con espacios de poder, que no es poder, sino de saqueo como es entregar CNEL a Bucaram».
Al final pidió a los ecuatorianos que cuiden el país y no permitan que se pierda lo ganado.
“Usted puede llamar al diálogo (…) pero yo no puedo olvidar que esos gobiernos desaparecieron a nuestros jóvenes”, afirmó, y añadió que no es posible pactar con (Abdalá) Bucaram y que habría un pacto para entregarle CNEL (la Corporación Nacional de Electricidad).
“Alianza PAIS, la Revolución Ciudadana nació para luchar contra ese viejo país, el país de las componendas, el país de los repartos, es inaceptable que eso ocurra nuevamente. Es línea roja que no puede dejarse pasar”, aseveró.
Correa afirmó que “ahora ciertos gobiernos de derecha descaradamente tratan de boicotear la integración e ir a la integración entre comillas, pero de mercado, de libre comercio, del sálvese quien pueda, etcétera”, afirmó
Señaló que en este proceso regional “la suerte juega un rol” y consideró como “golpes tremendamente fuertes” la muerte, primero, de Néstor Kirchner, expresidente argentino que fue electo el primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y, posteriormente, la del mandatario venezolano, Hugo Chávez.
A ello se añade, dijo, el cambio de ciclo económico, que ha sufrido toda la América Latina como el desplome de los precios de los ‘comodities’ y cuando los ciudadanos ven que pierden su trabajo. “Si no hay suficiente formación e información, dicen ‘es culpa del gobierno’, más aún escuchando a los medios de comunicación”. “Obviamente eso debilita el progresismo en Sudamérica sobre todo”, acotó.
En el caso de Ecuador, señaló que los dos últimos años el país afrontó “una verdadera hecatombe” por las pérdidas de 10.000 millones de dólares de ingresos en exportaciones, de los cuales 8.000 millones eran exportaciones petroleras. “Yo goberné en los dos últimos años con cero ingreso petrolero para el gobierno central y no solo eso, tuvimos que darle a Petroecuador y Petroamazonas 1.600 millones para que no quebraran”, apuntó.
“La historia sabrá reconocer que cuando mejor gobernamos fue en estos dos últimos años”, remarcó, resaltando a un equipo de patriotas que supieron “manejar la barca del Estado en aguas extremadamente tormentosas”
Fuente: El Telégrafo