La Casa Blanca dijo este martes que el segundo encuentro entre el presidente, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, ocurrido durante la cumbre del G20 en Alemania no fue tal, sino una mera “conversación”, mientras que el mandatario estadounidense desmintió la noticia, que tildó de “enferma”.
“No hubo un ‘segundo encuentro’ entre Trump y Putin, solo una breve conversación al final de una cena. La insinuación de que la Casa Blanca trató de ‘esconder’ un segundo encuentro es falsa, maliciosa y absurda”, se defendió la Casa Blanca en un comunicado.
Esta conversación, que hasta este martes no había salido a la luz, transcurrió el pasado 7 de julio en el marco del G20 de Hamburgo durante una cena organizada por la canciller alemana, Angela Merkel, a la que solo acudieron los mandatarios y sus parejas.
La Casa Blanca, en su declaración, trató de minimizar la importancia de la discusión.
“No es solamente algo perfectamente normal, es parte de los deberes del presidente: interactuar con líderes mundiales”, dijo el comunicado.
La declaración también disputó la caracterización de la discusión como una “segunda reunión”, pero en su lugar la llamó una “breve conversación”.
El propio Trump reaccionó a estas informaciones y arremetió, como es habitual, contra los medios de comunicación que las publicaron.
“La noticia falsa sobre la cena secreta que tuve con Putin es ‘enferma’. Todos los líderes del G20, y sus parejas, estaban invitados por la canciller alemana. ¡La prensa lo sabía!”, dijo Trump en un mensaje en su cuenta privada de Twitter.
“¡Las noticias falsas -prosiguió- son cada vez más deshonestas! Hasta una cena organizada para los 20 líderes en Alemania la hacen ver siniestra”.
En la cena, Putin y Trump tenían asientos asignados en lados opuestos de la mesa, pero hacia el final del evento el presidente estadounidense se levantó para sentarse al lado del mandatario ruso y hablar con él.
Según Bremmer, ese segundo encuentro duró una hora, aunque la Casa Blanca lo calificó de “breve”.
Trump y Putin ya habían mantenido ese día un encuentro, el primero desde que el magnate llegó a la Casa Blanca, que duró cerca de dos horas