Tal como lo advertí esta mañana, y como consecuencia de decirle al país con frontalidad mi opinión sobre las decisiones que se han tomado desde Carondelet, me acaban de quitar mis funciones.
Me han quitado las funciones por pedido de Abdalá Bucaram, de Guillermo Lasso, de las cámaras y de los medios comerciales, de todos aquellos derrotados en las urnas; traicionando la voluntad del pueblo expresada el 2 de abril. Aunque me pongan en la congeladora, yo nunca dejaré de trabajar por mi pueblo al que me debo porque me eligió.
Con o sin funciones específicas, seguiré trabajando con la misma fuerza, pasión y compromiso.
Me han liberado para trabajar con mis compatriotas. Me han liberado para denunciar y vigilar el cumplimiento del programa de Gobierno de Alianza PAIS, por el que votó la mayoría de ecuatorianos. Yo no seré quien viole los principios de la Revolución Ciudadana.
La lealtad es un valor de todo ser humano. Rechazo la deslealtad de quien, a costa de muchos sacrificios, incluso de jugarnos la vida, fue llevado a la presidencia de la República del Ecuador por los militantes y seguidores de la Revolución Ciudadana.
Sabían perfectamente que no contaban conmigo para la traición ni para la venta de nuestro proyecto político, para acabar con las conquistas alcanzadas y con nuestro compromiso con los más pobres.
En este momento, hemos constatado que la convocatoria a la unidad y al diálogo está dirigida a cualquiera menos a quienes somos parte de la Revolución Ciudadana. Reitero: diálogo no es claudicación ni entrega de principios.
Lenín Moreno no puede pedir mi renuncia, él está consciente que el pueblo ecuatoriano nos eligió a ambos, en binomio. Es lamentable que se deje presionar por los opositores que orquestadamente hoy tienen el descaro de exigirle que tome medidas en mi contra.
Al pueblo ecuatoriano, que es el mandante al que me debo, tengo que aclararle: ¡jamás lo traicionaré! No dejaré de trabajar, de denunciar las injusticias y de defender mis principios; a mí no me van a callar, aquí estoy y aquí seguiré, dando la cara, defendiéndolo.
Qué lástima que el Presidente Moreno solo acepte críticas y opiniones de los opositores y no escuche a quienes hemos luchado a su lado para ponerlo donde está ahora.
Le pido perdón a las provincias de Manabí y Esmeraldas porque me han quitado la responsabilidad de trabajar en la reconstrucción, pero quiero reafirmar más que nunca mi compromiso personal con ellos. Yo nunca los dejaré solos. Me encontrarán recorriendo las obras, lo haré en mi camioneta y en mi calidad de Vicepresidente Constitucional de la República.
Seguiré trabajando junto a los pobres de mi Patria. Sé que esta decisión del Presidente retrasará la agenda productiva que teníamos planificada y pido perdón por ello, pero entiéndanme, no puedo quedarme callado ante la situación política del país.
Todos pueden ver que mi actual situación es una retaliación por actuar conforme me lo dicta la conciencia, yo no me prestaré para que se imponga la agenda de la oposición:
• Ley de plusvalía
• Blanqueo de dinero
• Un posible paquetazo
Finalmente, responsabilizo de mi seguridad a Lenín Moreno y Eduardo Mangas, pues me acaban de negar el transporte aéreo. Pero esto no me detendrá, seguiré visitando cada pueblo y rincón de mi Patria, trabajando por mi gente.
Ing. Jorge Glas Espinel
VICEPRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
Fuente: Vicepresidencia del Ecuador
