Las autoridades estadunidenses han acusado formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como el presunto autor del atropello de en Charlottesville que causó un muerto y más de 20 heridos tras una marcha de supremacistas blancos.
Fields, de raza blanca, fue detenido poco después de arrollar a un grupo de personas que protestaban contra la marcha de blancos supremacistas «Unir a la derecha», que tuvo lugar esta mañana en la ciudad, y donde se produjeron violentos choques entre manifestantes y opositores a ellos.
El joven veinteañero, residente en Maumee (Ohio), se encuentra detenido en la cárcel del condado de Albermarle-Charlottesville.
Además, el FBI anunció el inicio de una investigación de derechos civiles sobre las circunstancias que lo llevaron a embestir a una multitud.
«La oficina del FBI de Richmond, la división de Derechos Civiles y la oficina del Fiscal general para el distrito oeste de Virginia abrieron una investigación sobre derechos civiles en torno a las circunstancias de un incidente automovilístico letal ocurrido temprano en la mañana del sábado», anunció la División de Richmond de la Policía Federal en un comunicado.
«El FBI examinará todos los hechos y evidencias disponibles», agrega el documento.
El jefe de policía de la ciudad, Al Thomas, afirmó en rueda de prensa que el atropello fue un acto premeditado.
Durante la caótica jornada, también se produjo un accidente de helicóptero de la policía estatal de Virginia en el que resultaron muertos el piloto y un pasajero, fallecidos que las autoridades también han vinculado a la protestas.
El presidente estadunidense, Donald Trump, reprobó los violentos hechos ocurridos en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia y situada a algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington.
«Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes», indicó Trump en una declaración desde Bedminster, donde pasa sus vacaciones de verano.
La polémica concentración se organizó en protesta por la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadunidense, y que ya generó choques violentos el viernes.
Entre los manifestantes, algunos de los cuales portaban esvásticas nazis, se encontraba el exlíder del Ku Klux Klan, David Duker.