Apenas culminaron sus estudios de pregrado en medicina, varios profesionales ecuatorianos emigraron a Chile para cursar su especialidad. Lo hicieron por la calidad de enseñanza en la nación y por la facilidad del idioma.


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Apenas culminaron sus estudios de pregrado en medicina, varios profesionales ecuatorianos emigraron a Chile para cursar su especialidad. Lo hicieron por la calidad de enseñanza en la nación y por la facilidad del idioma.

Hace 5 años la quiteña Nataly Paredes viajó para prepararse en ginecología y obstetricia en la Universidad Santiago de Chile. Anteriormente, averiguó que en el país sudamericano los índices de muerte materna son bajos. “Eso compete a mi especialidad y significa que se hace bien el trabajo”.

Ella todavía cursa el último nivel de la especialidad, pero también trabaja en el área de urgencias y hace turnos de refuerzo en el hospital público San José en la capital chilena. Además, colabora en las cirugías de sus colegas en entidades privadas.

“Aquí me va muy bien, tanto que puedo pagarme mi posgrado trabajando horas extras”. El costo de su programa es de $ 35.000.

 En  Chile, el valor promedio de la hora de turno que realiza un médico bordea los $ 36.

Andrea Remache, de 32 años,  reside en el mismo país, con su esposo y dos hijos.

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Ella ingresó a la Universidad Católica de Chile hace un lustro para formarse en pediatría. Escogió ese centro de estudios superiores porque es uno de los tres mejores de Sudamérica.

En Ecuador laboró en el sistema de salud pública cumpliendo turnos que le representaban $ 500 mensuales. “En la actualidad ese valor lo puedo conseguir en un solo día en Chile”.

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Cumple una jornada de 5 horas y turnos 5 veces al mes. Ella  reconoce que el cómodo horario que tiene le permite cuidar a sus dos hijos.

Remache cuenta que al principio fue duro adaptarse a las exigencias de la medicina chilena. Cuando llegó revalidó su título a través de un examen escrito y rindió cuatro prácticos.

En Chile existe una estricta selección de los postulantes a la carrera de medicina desde la secundaria. Asimismo, para ejercer la medicina general se toma el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom).

Recelo frente a ecuatorianos

En 2005, el galeno y compatriota Galo A. estuvo involucrado en casos de negligencia médica en suelo chileno que dejaron la muerte de una paciente, así como lesiones severas en otras.

La situación creó cierto estigma de los especialistas locales hacia los ecuatorianos.

Por ello, cuando Remache llegó, lo primero que le dijeron fue: “El problema es que eres extranjera y, además, ecuatoriana”.

Eso también lo evidenció el médico ecuatoriano Diego Pérez, quien llegó hace 9 años a Chile. Por eso confirma: “Lamentablemente, nuestros compatriotas no son muy apreciados en ese país en el ámbito médico porque la calidad de formación es considerada inferior”.

Pérez cursó dos especialidades que le permiten actualmente gozar de una destacada posición en la Clínica de la Universidad de los Andes.

La primera formación fue en medicina interna y la costearon sus padres; y la subespecialidad en terapia intensiva la cursó a través de una beca que concluyó hace 3 años.

“Cuando tú accedes a una beca, la institución te brinda un buen sueldo y, además, el tiempo que estudias se suma a los años de ejercicio que ya tengas; lo que se traduce en un incremento económico, porque cada 3 años en el sector público se incrementan los sueldos con un bono de antigüedad”. 

Pérez pronto cumplirá 10 años en Chile y está agradecido por la oportunidad que brinda el sector público para cursar especialidades médicas con becas.

Por su parte, Andrea Remache no descarta regresar a Ecuador. Sin embargo, antes de tomar una decisión, afirma, deberá analizar bien la situación económica del país y ahorrar algo de dinero.

67 connacionales pasaron prueba y  ocuparon plazas

Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, elaborado en 2016 por pedido de la Asociación Chilena de Municipalidades, y publicado en el portal Economía y Negocios de Chile, reveló que el 11% de los médicos generales (586 profesionales) en el sistema de atención primario chileno estudió en la Universidad de Guayaquil. El 12% de médicos se formó en la Universidad de Chile.

Beltrán Mena, director del Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom), explicó que del total de 366 médicos, 67 ecuatorianos (161 de la U. de Guayaquil) aprobaron el examen para acceder a plazas en el servicio de atención primaria y el sistema de salud público. Es decir, el 18,3%, por debajo del total de aprobación de los extranjeros, que fue de 26,8%.

Según Mena, es una cifra que puede considerarse válida, aunque no es concluyente para determinar que los médicos ecuatorianos, específicamente de la U. de Guayaquil (que concentra el 44% de los ecuatorianos que rindió el examen) sean peores que el resto de los extranjeros que reprobaron.

Para Enrique París, presidente del Colegio Médico de Chile, las razones por las que  no aprueban el examen están vinculadas a que “ellos vienen de países que no tienen las mismas enfermedades, medicamentos y posibilidades farmacológicas de Chile. No es la culpa de ellos. El Eunacom se hizo para evaluar al egresado chileno”.








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