El Jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron, anunció este lunes nuevas iniciativas con miras a regularizar el flujo migratorio desde África hacia Europa, y también para devolver a sus países de origen a quienes no cumplan las condiciones del asilo.
Las medidas fueron comunicadas al finalizar en esta capital una minicumbre que contó con la asistencia de la canciller federal alemana, Angela Merkel; el primer ministro italiano, Paolo Gentloni; el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy; y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Del continente africano estuvieron presentes los presidentes de Níger, Issoufo Mahamadou; de Chad, Idriss Déby, y del Consejo Presidencial de Libia, Fayez al Sarraj.
De acuerdo con Macron, próximamente se comenzarán a implementar en Niger y en Chad dispositivos de identificación de los ciudadanos que reúnen los requisitos legales para el asilo, con el fin de organizar legalmente su traslado a Europa.
Ello evitaría «que hombres y mujeres padecieran riesgos considerables en una zona extremadamente peligrosa y luego en el mar Mediterráneo», indicó en referencia a las largas y complejas travesías para llegar al denominado viejo continente, realizadas en los últimos años por cientos de miles de migrantes.
La iniciativa se llevaría a cabo bajo supervisión del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, cuyos especialistas estarían encargados de la identificación y la confección de las listas.
Por otro lado, el presidente también se refirió a la posibilidad de organizar el regreso a los países de origen de quienes se encuentran en Europa y no clasifican para la obtención del asilo, para lo cual se implementarán «acciones de cooperación país por país».
Por su parte, los representantes africanos demandaron más ayuda financiera de los socios europeos para promover el desarrollo en sus países, como único modo de incidir en las causas de la migración.
La minicumbre realizada esta tarde se centró principalmente en el tema migratorio, pero también se abordó la cuestión del terrorismo y principalmente los recientes ataques ocurridos en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils.
Sobre el tema, Rajoy abogó por un mayor compromiso de la Unión Europea en la batalla contra la radicalización de los ciudadanos, así como a incrementar la cooperación entre los cuerpos de seguridad de los diferentes países del bloque.
