El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, declaró este lunes el estado de emergencia, ordenó la suspensión de clases en las escuelas públicas el martes y media jornada de trabajo para los empleados públicos, para que puedan prepararse para el paso del huracán Irma este miércoles por la isla.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH), por su parte, emitió una vigilancia de huracán para Puerto Rico y las islas municipio de Vieques y Culebra, que indica que los efectos del ciclón se sentirán en la isla dentro de 48 horas.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes emitido el lunes a las 11:00 am hora de Miami, Irma es aún un ciclón de potencial devastador categoría 3 en la escala de vientos Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 120 mph y debe convertirse en categoría 4, con vientos de más de 130 mph durante las próximas 24 horas.
Se mueve hacia el oeste a 14 mph y está a 560 millas de las Islas de Sotavento (este del Caribe), por donde debe pasar el martes por la noche.
Rosselló dijo en una conferencia de prensa que los mayores efectos de Irma se sentirán entre miércoles y jueves, y que hay que tomar “precauciones debidas”.
Por el momento la zona que corre mayor riesgo es el área de San Juan hacia el este, adonde llegarán vientos con fuerza de tormenta y posiblemente huracanados. El resto de la isla experimentaría vientos de tormenta, sobre todo en las partes altas.
Se estiman de tres a seis pulgadas de luvia, con cantidades aisladas de hasta 10 pulgadas, pero todo va a depender del movimiento de traslación del ciclón.
A su vez, las condiciones marítimas son peligrosas, con oleajes de más de 20 pies.
El CNH ha alertado que cualquier desvío de Irma hacia la izquierda, implicarían condiciones más severas para Puerto Rico.
Los gobiernos de la región emitieron avisos de huracán para las islas de Antigua, Barbuda, Anguila, Montserrat, St. Kitts y Nevis, Saba, San Eustaquio, San Martín y St. Barts.
Un aviso de huracán significa que es posible que se sientan los efectos del ciclón en el área dentro de 36 horas.
Hay vigilancias de huracán en vigor también para la isla de Guadalupe y para las Islas Vírgenes Británicas.
Irma también podría afectar directamente a La Española, Cuba, las islas Turcas y Caicos y las Bahamas.
Preparativos desde el viernes
El gobierno de Puerto Rico lleva días alertando a los ciudadanos sobre el potencial peligro de Irma, por lo que la población acude desde el pasado viernes a supermercados en busca de agua, víveres y plantas generadoras de energía alimentadas por gasolina ante los posibles apagones.
La memoria en los puertorriqueños de huracanes que devastaron la isla, como Hugo (1989) y Georges (1998), provocó que la población haya acudido a supermercados y comercios para estar listos con tiempo suficiente, tal y como piden las autoridades locales.
Algunas personas acapararon grandes cantidades de agua embotellada, además de acercarse a los establecimientos en busca de generadores de energía, dada la poca confianza en la estatal Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE), cuyos directivos han reconocido la debilidad del sistema, causa de apagones en cuanto las condiciones atmosféricas son severas.
“Existe riesgo ante la tétrica situación de infraestructura…porque el sistema está vulnerable y frágil”, advirtió hace unas semanas el director de la AEE, Ricardo Ramos Rodríguez, cuando le preguntaron cuán preparada estaba la corporación pública para enfrentar un ciclón.
Sin embargo, el funcionario descartó que la AEE esté en peor posición que en 1998, cuando el huracán Georges atravesó por el centro de la isla de este a oeste dejando grandes daños y a miles de personas a oscuras durante largos períodos.
“Los escenarios los hemos vivido antes, tenemos los postes, los aisladores… si hay algo de diferencia (entre el pasado y ahora) es la fragilidad de hoy, que no es la misma de Georges”, afirmó Ramos.
El Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), por su parte, ordenó que se congelen inmediatamente los precios de artículos de primera necesidad para enfrentar la posible emergencia, como alimentos enlatados y frescos, medicinas, tormenteras, tornillos, tuercas, clavos, expansiones, paneles de madera, soga, tensores y herramientas, plantas eléctricas de gasolina, diésel o de gas propano, cisternas de agua, equipos y piezas.
Las violaciones a la orden, con duración de 10 días, conllevan sanciones administrativas y penales de hasta 10,000 dólares por cada violación.
Rosselló también activó a la Guardia Nacional para que sus efectivos ayuden en tareas de emergencia de ser necesario.
