La irrupción en el escenario político español del activista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para defender la celebración del referéndum de autodeterminación de Cataluña, ha sido la excusa perfecta para desarrollar una nueva teoría de la conspiración sobre la injerencia de Rusia en otros países.
Sucedió ayer mismo, jueves, en un artículo de ‘El Confidencial’, titulado ‘Puigdemont, dos congresistas y un ‘lobby’: el triángulo que explica los tuits de Assange’.
En el texto, el periodista explica que el apoyo del fundador de WikiLeaks a la causa independentista cobró fuerza tras una reunión con el político estadounidense Dana Rohrabacher, celebrada en la embajada de Ecuador en Londres a mediados de agosto.
Este congresista republicano, muy cercano al presidente Donald Trump y «un firme defensor público de los intereses de Rusia», siempre según el citado medio, fue uno de lo dos interlocutores que se entrevistaron con el presidente catalán, Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat el pasado mes de abril.
Dice ‘El Confidencial’ que aquel encuentro fue vendido entonces por las autoridades catalanas como un reconocimiento de la política estadounidense a la causa independentista, pero que, «en la sombra», la postura «prorrusa de Rohrabacher» es mucho «más relevante».
Y es que, según la publicación, «fuentes cercanas al incipiente aparato diplomático que está montando la Generalitat» dicen que «los rusos nos buscan, pero no nos encuentran».
Pues bien, después de esta larga lectura donde se van ofreciendo varias teorías de la conspiración sobre la injerencia de Rusia en el denominado ‘procés’ catalán, incluidas unas palabras dedicadas a RT sobre su amplia cobertura de la Diada, el periodista concluye: «No hay pruebas de que el apoyo de Assange a la causa independentista catalana esté impulsado por Rusia.
Pero el ‘hacker’ solo ha apoyado causas prorrusas en el último año». ¡Todo un ejercicio de profesionalidad!