Cuando sentimos malestar estomacal se nos quitan hasta las ganas de comer. Molestias como la hinchazón, las náuseas, los mareos o la gastroenteritis debilitan nuestro organismo y cambian la percepción del gusto.


0 2.175

Cuando sentimos malestar estomacal se nos quitan hasta las ganas de comer. Molestias como la hinchazón, las náuseas, los mareos o la gastroenteritis debilitan nuestro organismo y cambian la percepción del gusto.

Esta reacción automática de nuestro cuerpo es el indicativo de algo que nos dicta el sentido común: necesitamos una dieta blanda para recuperarnos. ¿Pero qué significa una dieta blanda?

El peligro de las dietas BRAT (las siglas de plátanos, arroz, manzana y tostadas en inglés), diseñadas para combatir este tipo de dolores pero que carecen de los nutrientes suficientes para conformar una dieta equilibrada, está en seguirlas de forma prolongada manteniéndonos con una serie muy limitada de alimentos.

“El objetivo de una dieta blanda, por contra, es nutrirnos con una mínima estimulación digestiva evitando que se secrete una gran cantidad de ácidos que pueda dañar las paredes estomacales”, explica el especialista.

Por ello comer lo que nuestro instinto nos diga es la mejor solución en estos casos; aunque, eso sí, con ciertas barreras.

De su interés: Entérate por qué el comer muy rápido es perjudicial para tu salud

“Debemos evitar alimentos que producen irritación de la mucosa gástrica e intestinal (algunas especias) o gases (bebidas carbonatadas, legumbres, granos integrales, algunas verduras crudas), estimulantes (café, té, cacao, alcohol), alimentos muy grasos (carnes, fritos, pre cocinados, algunos pescados), alimentos muy salados y ahumados, y los guisos que hacen las digestiones más lentas”.

Hidratarse continuamente, tomar porciones ligeras muy repartidas e ir reincorporando los alimentos habituales a nuestra dieta de manera progresiva es todo lo que debemos hacer.

Aunque una buena alimentación no es una medicina, alivia los síntomas y, sobre todo, evita que una mala alimentación derive en alguna patología, como las úlceras.

¿Quieres saber cuáles son esos alimentos milagrosos que, aunque no deben conformar por sí mismos una dieta (o no de más de dos días), son excelentes para aliviar el malestar estomacal? Aquí te dejamos una lista.

– Arroz blanco: empezamos por un clásico. Es muy fácil de digerir, ayuda a cubrir el revestimiento del estómago y a calmar el vientre gracias a la absorción de toxinas desagradables. Eso sí: tenemos que dejar el tomate y los huevos para otra ocasión y buscar un acompañamiento más suave, como el jamón york.

– Caldo de sopa: cuando sentimos dolor de estómago, necesitamos líquido. En lugar de probar con sopas de verdura o de pescado en las que solo es un complemento, un sencillo caldo casero resulta muy reconfortante y mantiene hidratado nuestro cuerpo.

– Tostadas: olvídate de bajar a comprar la barra de pan por un día. El pan tostado –sin mantequilla ni mermelada esta vez– es la mejor solución para los dolores estomacales porque evita el reflujo gástrico. Las crackers o galletas de agua son otro aperitivo muy recomendable (especialmente, si son bajas en sodio).

– Plátanos: están en cualquier dieta y tienen múltiples propiedades. En este caso nos quedamos con ellos gracias a los electrolitos que aportan, muy necesarios para hidratarnos y devolver a nuestro aparato digestivo a la normalidad, y el potasio, que nos ayuda cuando sufrimos vómitos o diarrea.

– Manzanas: tanto la fruta entera como la compota que se hace a partir de ella nos aportan las propiedades de la pectina, un tipo de fibra que ayuda a tratar la diarrea y el estreñimiento.

– Papaya: esta fruta tropical contiene una enzima llamada papaína que ayuda a la digestión. También es muy eficaz para aliviar el estreñimiento.

– Té y manzanilla de hierbas: ayuda a aliviar el dolor abdominal y reduce la inflamación: obtendrás los efectos calmantes de una taza de té caliente junto a las propiedades curativas para el estómago.

– Agua: lo más importante de todo es mantenernos continuamente hidratados y eliminando toxinas. No se trata de beber por beber, pero el cuerpo nos lo pedirá y, si estamos haciendo reposo en cama, es muy útil tener una botella a mano. El agua de coco, por sus altos niveles de electrolitos, es también muy recomendable.

 


Redacción CiudadColorada.com | Vanguardia







También podría gustarte