Salvador Nasralla, también conocido como «el señor de la televisión», lo tiene claro: él es el nuevo presidente de Honduras.
«Nadie en Honduras tiene duda de que yo gané» las elecciones, asegura en una entrevista con BBC Mundo poco después de que el partido que lidera, la Alianza de Oposición contra la Dictadura, impugnará el escrutinio total de los comicios celebrados el 26 de noviembre.
La Alianza defiende que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el ente encargado del conteo, manipuló los datos para dar un segundo mandato al actual presidente, Juan Orlando Hernández, y por eso pide un árbitro internacional.
«Esperamos que la embajada de EE.UU. y la Organización de Estados Americanos, y la Unión Europea, recapaciten», manifiesta Nasralla, quien llegó a aventajar en casi cinco puntos al actual mandatario en el primer informe presentado por el TSE un día después de las elecciones.
Los últimos datos oficiales, no obstante, muestran un panorama radicalmente distinto: con el 99,89 % de las actas electorales procesadas, Hernández se impone al candidato de la Alianza por el 42,98 % de los votos contra el 41,39 %.
El TSE, de momento, sigue sin proclamar vencedor, a la espera de resolver los recursos e impugnaciones sobre el proceso, y Nasralla advierte que el único anuncio que calmará los ánimos es el de su victoria.
Les presentamos a continuación un extracto de la conversación telefónica mantenida con el candidato, cuando se cumplen dos semanas de la crisis.
Su partido nunca llegó a confirmar si presentaría una impugnación, dando a entender que no tendría mucha utilidad al considerar que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) estaba «contaminado». ¿Qué le ha llevado a hacerlo ahora?
Lo que pasa es que lo que nosotros estamos presentando es una anulación del escrutinio que se está realizando, que está totalmente viciado.
Nosotros no siempre damos a conocer nuestra estrategia. Dijimos eso pero en estrategia nosotros a veces decimos una cosa para hacer otra, pero en realidad al tener las pruebas del fraude, decidimos presentarla ayer. Y se presentó no solamente desde el punto de vista de las votaciones, sino también un análisis científico de la manera en la que se robaron las elecciones.
Le puedo dar alguna información.
Sí, qué tipo de pruebas presentaron para fundamentar ese supuesto fraude.
Una de las pruebas es que con el 70% de los votos que se recibió el día 26 de noviembre, con ese 70%, se recibió por escáner, por internet, 7.000 actas que tenían la misma definición, pero 5.800 actas con otra definición, lo cual hace suponer que en la transmisión desde las mesas electorales receptoras hacia el centro de cómputo, pasaron por otro lugar donde fueron modificadas esas 5.800 actas escaneadas, porque entraron con diferente resolución; una resolución más baja.
Y eso ocurrió dentro del 70 % que yo gané, se supone que yo gané con el 71%, con una diferencia del 5 %, 120.000 votos a mi favor.
Pero dentro de ese triunfo ya hay robo en la transmisión.
Pero, y si creen que no va a prosperar, ¿por qué han decidido presentarlo finalmente?
Para agotar la instancia nacional, la instancia local, que las reclamaciones internacionales le piden a uno cuando va a reclamar a las instancias internacionales.
Entonces, ¿presentan esta impugnación de cara a tener esa aprobación internacional?
Nosotros sabemos que nos van a declarar -pese a que, según la revista The Economist yo gané por 21%- perdedores y que van a continuar con la dictadura. Pero queremos tener una justificación para las reclamaciones internacionales y también para justificar las reclamaciones de las personas que van a andar reclamando en las calles.
Por lo que dice, la impugnación la han presentado pero no aceptarán el resultado de esa impugnación y tampoco el resultado de las elecciones que anuncie el Tribunal.
Nosotros, no es que no vamos a aceptar lo que ellos contesten. Ellos, o no nos contestan o contestan que no procede.
Ellos legalmente tienen que contestar en un periodo determinado.
De diez días. Dentro de 10 días, van a contestar que no procede.
Y en ese caso, ¿ustedes no lo respetarán?
Para nosotros realmente es cumplir con un procedimiento.
Confiamos en que la embajada de los Estados Unidos -que en este momento realiza un conteo que nosotros no avalamos porque no está tomándose en cuenta lo que se debe tomar en cuenta, que son los cuadernos de votación, y se está tomando en cuenta votos que están estirados y que nunca fueron doblados y hay una serie de irregularidades-; esperamos que la embajada de EE.UU. y la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) recapaciten, de repente pidan acceso a este tipo de informes para que puedan revisarlos y darse cuenta con científicos, no con personas observadoras, porque el problema es que todos los organismos que vinieron a Honduras solo fueron observadores, pero no son científicos que puedan meterse al sistema y sacar conclusiones como las que nosotros la sacamos.
¿Esa propuesta (el recuento de todos los votos desde el principio con participación internacional) no debería ser acordada con el gobierno y el TSE para que se llevara a cabo?
Nosotros intentamos que esto se realizara.
El gobierno de la República, como sabe que perdió, no está dispuesto a aceptar y, en este momento, se está realizando un escrutinio de 4.500 actas en las que se dice que hay observadores internacionales, pero lo que hay es un observador que no entiende nada de tecnología por cada 30 mesas.
Hay un observador de la UE y de la OEA, pero ellos es imposible que puedan controlar lo que está haciendo.
Pero lo más grave del procedimiento que se está haciendo, y que terminará probablemente el martes, y que servirá para que el gobierno ya dé, a través de su TSE, un resultado desfavorable a nosotros; es que no se está tomando en cuenta los cuadernos de votación ni la comparación de firmas del presidente y secretario de cada mesa con las firmas que deben aparecer en los demás documentos, como, por ejemplo, las actas de votación de cada una de las mesas.
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Se está un poco, como decimos en Honduras, tapándole el ojo al macho.
Están cumpliendo un procedimiento, totalmente arbitrario, con el cual nosotros nunca estuvimos de acuerdo -de hecho, ni siquiera tenemos representante en el conteo que están haciendo-, para dar a conocer un resultado a favor del presidente y atender la solicitud de EE.UU. que quiere que esto se resuelva ya y se dé a conocer un ganador.
Y, en este caso, van a dar a conocer el ganador que sacó el 20% de los votos y van a desconocer a quien le habla, que sacó el 80% de los votos. Y con eso van a conseguir un descontento general y un país sin gobernanza durante los próximos 4 años.
¿Qué medidas se plantea la Alianza llevar a cabo si el TSE anuncia a Juan Orlando Hernández como ganador?
Solo nos queda reclamar en las calles a nivel local, porque no existe institucionalidad, y dar a conocer, viajar con nuestras pruebas, para que internacionalmente se reconozca la situación de Honduras. Pero ninguna de estas dos soluciones son las soluciones de gente civilizada, por lo tanto realmente apelamos a que haya una conciencia internacional de la situación de un país que está totalmente robado desde el punto de vista jurídico y cuya población se encuentra no sólo en la pobreza, sino también en la indefensión.
Pero, como comentábamos, sí que le queda una opción a la Alianza: presentar una demanda de nulidad de todo el proceso electoral y tumbarlo. Esa posibilidad está recogida en la ley.
Sí está y la presentó el Partido Liberal y otras personas a nivel individual.
Pero la Alianza no la contempla de ninguna manera.
Nosotros no la contemplamos. Pero sería una salida, o sea se está presentando dentro del tiempo. Se presentó por el Partido Liberal. Ellos podrían no atender nuestra demanda y anular las elecciones y programarlas para el próximo año atendiendo como prioridad lo que reclamó el Partido Liberal y otras personas a título individual.
Pero eso ya dependerá del presidente Hernández, que es el jefe del Tribunal Electoral, que es la persona que decide todo en Honduras al mejor estilo del dictador del siglo XXI.
La situación que plantea parece un callejón sin salida. ¿Qué pasará en Honduras si lo que comenta ocurre?
Que cada vez se va a poner peor la situación, la inconformidad de las personas.
Muchísimas personas, incluso profesionales, están amenazando con que se van del país. De continuar con las medidas del neoliberalismo, que ha puesto en práctica -ya con orientación a dictadura- el actual presidente, la mayor parte de la gente que tiene posibilidades económicas para salir a trabajar a países vecinos, se va a ir; y las personas muy humildes, que no tienen ni siquiera la capacidad para obtener dinero para comer porque no hay empleo -recordemos que Honduras tiene un 65 % de pobres y un 40 % de indigentes-, esa gente lo que tratará es de emigrar a Estados Unidos.
Sobre las movilizaciones que se produjeron en el país, ¿cree que la actuación de sus seguidores siempre fue correcta?
Totalmente. El sistema que utiliza el gobierno es infiltrar las manifestaciones y poner gente armada a crear disturbios y romper comercios. Es una vieja táctica, que data del año 2009 cuando empezaron los disturbios en Honduras.
Es decir, cree que los saqueos fueron a cargo o los realizaron gente asociada con el Gobierno.
No es que lo creo, es que estoy totalmente seguro.
¿Qué pruebas tiene de ello?
Hay videos que delatan. Se nota los cuerpos armados platicando con los delincuentes enmascarados, van y rompen los comercios. Y en los comercios nadie interviene para evitar el saqueo. Por supuesto, que cuando se produce el saqueo, hay otras personas, que probablemente van en la marcha, que se meten y roban cosas. Pero el que origina la acción para echarnos la culpa a nosotros son los cuerpos armados a cargo del presidente de la República.
Si tienen evidencias, ¿por qué no las presentan y lo denuncian?
Lo hemos denunciado. Lo hemos denunciado a través de las redes sociales.
Denunciarlo por cauces legales, me refería.
Sí, pero no se puede presentar, no tenemos a quién presentarle los reclamos. Quienes tienen que recibir el reclamo son ellos mismos. Aquí la policía la maneja el presidente de la República, las fuerzas armadas las maneja el presidente de la República.
No obstante, también vimos en esta crisis cómo parte de esas fuerzas de seguridad se oponían a reprimir a los manifestantes, por lo que no parece que todos estén al servicio del gobierno.
No, me estoy refiriendo a la cúpula. A la parte de arriba. El presidente por ejemplo compró, le pagó a 300 militares de alto rango, aproximadamente 120.000 dólares a cada uno para que cerraran la boca y aceptaran que se violara la Constitución.
Pero debajo de esos 300 hay 12.000 personas que no están de acuerdo con él, pero que se ven obligados por la disciplina militar a obedecer las instrucciones de arriba.
Lo mismo pasa en la cúpula policial. La cúpula también está corrupta, pero los de abajo, los que usted me menciona, se fueron a la huelga.
Por cierto, le cuento que les fui a visitar el lunes pasado. Y todos sus familiares son los que me apoyan a mí, al igual que los familiares de los militares de bajo rango.
Sobre el manejo de poder dentro de su partido, ¿qué opina de aquellos que aseguran que realmente el ideólogo de la formación y el poder de facto recae en el expresidente Manuel Zelaya y no en su persona; que usted es la imagen del partido pero no tiene capacidad de decisión?
Les diría que yo soy un ingeniero civil con una maestría de administración de empresa que fui durante seis años gerente general de la Pepsicola, cuando apenas tenía 24 años.
He trabajado en la empresa privada durante mucho tiempo. Mi trabajo en televisión, la parte de mi trabajo en televisión no solamente es aparecer en las cámaras, pero también la parte organizativa, administrativa; prácticamente es la compañía televisora más grande de Centroamérica. Yo trabajé en la formación e implementación de varios canales dentro de nuestra compañía, parte organizativa, de mercadeo.
En cuanto a la parte de ideología, nunca he negado que la ideología de Zelaya es una ideología de izquierda y es diferente a mi ideología. Mi ideología es una ideología anticorrupción, basada sobre todo en el manejo con manos limpias de los recursos del Estado. Yo no estoy en política ni por dinero ni por fama, a diferencia de la clase política tradicional de casi todos los países del mundo.
Quien va a manejar el país voy a ser yo, porque yo voy a ser el presidente de la República. Pero mientras no tenga la banda presidencial instalada, yo no voy a poder ejercer el mando que el pueblo me está otorgando a través de su votación.
Sé que ahora lo considera como un imposible, pero ¿qué pasaría si el TSE revisara los datos y le declarara presidente?
Si aceptan los resultados reales, yo sería presidente. Inmediatamente, hago la comisión de transición desde el actual gobierno al mío.
Entonces, s i el TSE dice que usted ganó las elecciones, ¿aceptaría el anuncio?
Obviamente, si me sometí es porque voy a aceptar el resultado. Lo que pasa es que yo gané las elecciones, nadie en Honduras tiene duda de que yo gané, solamente el 20% de los que están hincados frente al dictador. Pero el 80% de la gente está conmigo, por todos lados.
Si usted manda una persona aquí, puede ver que, en todos lugares, la gente humilde, con dinero, la gente de clase media, toda la gente le va a decir que va conmigo. Todo el mundo quiere que el dictador se vaya.
Redacción CiudadColorada.com | BBC