Japón aplicó el martes un acercamiento moderado a las propuestas de Estados Unidos de aranceles más altos en sus importaciones de acero y aluminio, mostrando tanto el deseo de evitar que las disputas comerciales afecten los vínculos de seguridad como su aprendizaje de cómo lidiar con el presidente Donald Trump.
La amenaza de una guerra comercial coincide con señales de un deshielo en la crisis nuclear y de misiles de Corea del Norte, por lo que Tokio teme que se pudieran dar negociaciones entre Pyongyang y Washington pese a la postura de Japón de que se debiera mantener la presión sobre Pyongyang.
«Las exportaciones del aliado (de Estados Unidos) Japón, de acero y aluminio de alta calidad, no afectan para nada la seguridad nacional de Estados Unidos sino que apoyan el empleo y la economía estadounidenses», dijo Hiroshige Seko, ministro de Economía, Comercio e Industria japonés, en una rueda de prensa.
La semana pasada Trump propuso aranceles de un 25 por ciento sobre las importaciones del acero y de un 10 para el aluminio. Eso llevó a Canadá, México y la Unión Europea a amenazar con represalias si entra en vigencia el plan, basado en la sección 232 de una ley estadounidense de 1962 que permite tales medidas en base a la «seguridad nacional».
Cualquier medida que tome Japón en respuesta al ajuste en los aranceles de Estados Unidos sería consistentes con las normas de la Organización Mundial de Comercio, dijo una fuente del gobierno japonés, que pidió reserva de su identidad.
«No nos quedaríamos de brazos cruzados pero (…) pero si hiciéramos lo mismo que Estados Unidos tomando medidas que van contra las normas de la OMC sería como una disputa infantil», declaró la fuente.
Redacción CiudadColorada.com | El Universo
