La preocupación, malestar e inconformidad salieron a relucir en muchos ciudadanos que habitan en la parroquia rural Luz de América y en sectores aledaños, quienes se oponen a que los centros de tolerancia de Santo Domingo sean re-ubicados en un predio situado a la altura del kilómetro 13 de la vía que conduce hacia Quevedo.


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La preocupación, malestar e inconformidad salieron a relucir en muchos ciudadanos que habitan en la parroquia rural Luz de América y en sectores aledaños, quienes se oponen a que los centros de tolerancia de Santo Domingo sean re-ubicados en un predio situado a la altura del kilómetro 13 de la vía que conduce hacia Quevedo.

Con carteles en mano varias manifestantes se apostaron en los bajos del Palacio Municipal para gritar consignas en contra de la actual administración; y para exigir que se busque otro sector para el funcionamiento de los prostíbulos, que por años estuvieron hasta el kilómetro 7,5 de la vía Quevedo, y que por ordenanza municipal se ven obligados a salir del perímetro urbano.

Los manifestantes sustentan su postura al señalar que cerca del lugar a donde se pretende trasladar a estos negocios existen instituciones educativas, lo cual califican como algo negativo para la sociedad estudiantil que integran dichos establecimientos. “es una corrupción para nuestros jóvenes, no es dable que se eduquen cerca de prostíbulos”, señaló Margarita Sarmiento.

Mariana Espinoza es una de las personas que se opone a que se instale una zona de tolerancia en el 13 de la vía Quevedo. Ella es propietaria de un inmueble ubicado en el lugar y teme que de darse la medida esto atraiga a la delincuencia.

Raúl Quezada, alcalde subrogante, dijo que están haciendo lo que determina el Plan de Ordenamiento Territorial y garantizó a los moradores del sector, donde se pretende echar a funcionar los burdeles, que el proyecto incluye todas las medidas de seguridad.

El funcionario destacó que se instalarán centros de salud, presencia permanente de policías y sobre todo un cerramiento de árboles “tenemos el compromiso con medio millón de habitantes para reubicar los prostíbulos, sabemos que en cualquier lugar van a existir los desacuerdos, para eso vamos a socializar con la gente y hacerles entender que las acciones de seguridad serán rigurosas”.

Jorge Luis Freire, representante legal de los afectados, asegura que existen contradicciones en el considerando emitido por la Alcaldía, pues entre los justificativos para autorizar el traslado se determinaría que se da porque estos negocios se encuentran cerca de instituciones educativas, iglesias, barrios urbanos y territorios ancestrales de la nacionalidad Tsáchila.

“Si ese es el motivo, entonces las autoridades deben saber que el 13 de la Quevedo es un sector poblado, en el que también hay escuelas e iglesias” señaló el jurista.

 


Redacción CiudadColorada.com | La Hora







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