Este domingo se enfrentan visiones de país muy diferentes que reflejan las diversas polarizaciones existentes. Una disputa que, según los expertos, es una especie de «guerra de clases» producto de las profundas desigualdades y tensiones que persisten en Colombia desde hace décadas.
Izquierda o derecha, implementar o cambiar el acuerdo de paz con las FARC, extractivismo o desarrollo alternativo, economía de mercado o estado benefactor son algunos de los polos que en este momento dividen a los colombianos y que incidirán o definirán quién ganará las elecciones.
Por si fuera poco, esta tensión se acrecienta por el hecho de que los dos candidatos que aparecen primeros en las encuestas se encuentran en los dos extremos ideológicos del abanico electoral: el exguerrillero izquierdista Gustavo Petro y el tecnócrata Iván Duque, candidato del partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe.
Izquierda contra derecha después de mucho tiempo
Una de las características fundamentales de esta elección es que es la primera vez en décadas en que la izquierda tiene posibilidades reales de ganar.
Así lo explica el politólogo Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, quien señala que «desde la década 40 (del siglo XX) que no hay una opción viable de izquierda que pudiera ganar. Eso marca mucho esta elección».
«A todos nos tomó por sorpresa la enorme popularidad de Gustavo Petro como candidato de la izquierda. Es inaudito y nuevo en el panorama electoral para cualquier persona menor a 70 años», indica a BBC Mundo el analista.
En caso de existir segunda vuelta se realizará el 17 de junio.
Restrepo añade que esta inédita situación se debe en buena parte porque también serán las primeras elecciones sin el conflicto armado interno con la exguerrilla de las FARC, lo que posibilitó que una opción de izquierda tomara fuerza.
La candidatura de Petro llegó a encabezar las encuestas en cierto momento y, según los últimos estudios de intención, aparece segundo detrás de la de Iván Duque.
Duque, en cambio, empezó muy abajo en los sondeos y dio un enorme salto en ellos una vez que fue elegido como el candidato del partido de Álvaro Uribe: Centro Democrático.
Ambos son los favoritos para llegar a una eventual segunda vuelta que se realizaría el 17 de junio.
Visiones de país enfrentadas
Pese a la existencia de otros candidatos que en su momento parecieron ser los favoritos para quedarse con la elección, como el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo o el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, la polarización no hizo más que incrementarse en las últimas semanas.
La politóloga María Fernanda González considera que se constituyó una «disputa binaria» en la preferencia del electorado y que ésta se refleja también en las propuestas de los principales candidatos.
«Hay dos visiones del país y del mundo que tienen los candidatos y se explica en quiénes son y de dónde vienen. Son visiones claramente opuestas entre los dos (Duque y Petro)», manifiesta la analista, quien es autora del libro «Los pretendientes de la Casa de Nariño», en el que entrevistó a la mayoría de los postulantes presidenciales de este domingo.
González señala, por ejemplo, que Duque «es un economista cuyo partido político es de derecha y presenta una clara preponderancia por lo económico en su programa».
Asimismo, la politóloga destaca el énfasis en la seguridad que existe en la propuesta del candidato del Centro Democrático, algo que recuerda la «política de seguridad democrática» que se desplegó durante el gobierno de Álvaro Uribe para derrotar militarmente a las FARC
«Petro, en cambio, apuesta más por la igualdad. No plantea cambiar necesariamente el neoliberalismo, pero sí busca ampliar la justicia social», indica a BBC Mundo González.
Añade que, para ella, el candidato del frente Colombia Humana «no va a implantar el Socialismo del Siglo XXI».
¡Juntos lo lograremos! Vota por el mejor programa d gobierno, por el candidato del pueblo; por el único candidato que promueve el cuidado del ambiente y las energías limpias como base económica, el derecho a la salud y educación.
Acompáñame a cambiar la historia.#MañanaGanaPetro pic.twitter.com/UeYwdoAO1S— Gustavo Petro (@petrogustavo) 26 de mayo de 2018
«Ese no es su enfoque. Su visión es muy distinta y sabe que Venezuela no puede ser su referente. No es de izquierda radical», afirma la experta.
Como síntesis, apunta, ni Petro plantea llevar adelante una revolución socialista, ni Duque propone gobernar bajo los designios del capitalismo salvaje.
«Sin embargo, las diferencias ideológicas entre ambos son claras».
González destaca que otros candidatos de centro también mostraron visiones de país distintas y puso como ejemplo el caso de Sergio Fajardo, quien quiso hacer más énfasis en la educación y en la lucha contra la corrupción.
«Se trata de un profesor matemático que propuso cambiar la mentalidad de los colombianos y plantear que no todo vale en política».
Las fortalezas de los candidatos
De acuerdo a los analistas consultados, las posiciones específicas de los candidatos sobre ciertos temas tendrán mucha relevancia en la elección.
Es así, por ejemplo, que María Fernanda González destaca que uno de los factores que más influirá es la postura a favor o en contra del acuerdo de paz con las FARC.
«Hay un candidato como Iván Duque que quiere reestructurar los acuerdos. Es una característica importante en esta campaña porque divide el voto. Es una polarización existente desde el plebiscito de 2016», señala la experta.
González indica que Petro se verá beneficiado con aquellos votos de los inconformes con la política tradicional colombiana y aquellos que piden «un cambio» en el país.
«Este candidato buscó ganar adeptos entre los ciudadanos cansados de la desigualdad y del disgusto hasta la náusea que tienen muchos colombianos que se sienten excluidos y discriminados en su propio país», explica el politólogo Jorge Restrepo.
El analista indica que «Petro buscó convertirse en el vehículo de esa indignación con una propuesta populista y nacionalista».
María Fernanda González añadió que otro candidato que recibirá votos de aquellos cansados de la política tradicional será Sergio Fajardo.
Mientras tanto estima que el apoyo de Germán Vargas Lleras tendrá su punto fuerte en las llamadas maquinarias, como le dicen en Colombia a la obtención de votos gracias a alianzas con caudillos locales y prebendas.
Las clases en disputa
Si bien los analistas señalan que es difícil afirmar que uno u otro sector está alineado a plenitud con un candidato, ellos encuentran algunos indicios.
Para Jorge Restrepo sí existe un apoyo de clases, aunque es muy difícil definirlo del todo.
«Hay una división entre clases profesionales medias urbanas que van a apoyar a Petro y Fajardo, por ejemplo, mientras veo que hay cierta cohesión marcada entre clases medias altas y altas alrededor de Iván Duque», explica el analista.
El politólogo añade que, si bien es comprensible que entre los sectores populares exista más apoyo a Gustavo Petro, la bien conocida fortaleza del uribismo en las áreas rurales se traducirá en votos para Duque.
Mientras tanto, María Fernanda González destaca que Petro encontrará buen respaldo entre aquellos que votarán por primera o segunda vez.
«Gustavo Petro tiene un soporte de la izquierda y los sectores populares, pero también hay gente joven que lo apoya», explica la politóloga.
Añade, sin embargo, que es difícil afirmar que los obreros o campesinos están del todo alineados con el candidato izquierdista.
«Es difícil medir a dónde irán los sectores empobrecidos. Hay sectores populares muy uribistas. Es difícil definir con quiénes se irán», concluye.
El mismo Uribe surgió en el Partido Liberal y Juan Manuel Santos llegó a la presidencia por primera vez gracias a los votos del uribismo. Su real diferencia de fondo fue el proceso de paz.
Restrepo señala que aquello puede cambiar si el petrismo se consolida como fuerza antagonista del partido de Uribe, hoy por hoy el movimiento político más popular en Colombia.
«De esta elección podemos heredar un sistema político en el que cualquiera que gane va a encontrarse con un Congreso fragmentado e ideológicamente opuesto donde se va a romper esa vieja tradición republicana».
Serán las primeras elecciones en mucho tiempo sin las FARC como el mayor problema de Colombia y pueden ser las primeras de un nuevo ciclo en la política de este país.