Mamoudu Gassama (Spiderman), tenía grandes sueños cuando, hace ocho meses, llegó sin papeles procedente de Malí, como tantos inmigrantes irregulares, en busca de una vida mejor en Francia. Pero el pasado sábado, la verdad es que solo buscaba un sitio donde ver la final de la Champions League con su novia.
Sus planes, y su vida, cambiaron bruscamente cuando escuchó los gritos de un grupo de personas agrupadas ante un edificio del distrito XVIII de París. Como muchos, elevó la vista siguiendo la mirada de la gente que observaba horrorizada cómo un niño pequeño colgaba suspendido de una mano de uno de los balcones de la vivienda.
Pero como ningún otro, tomó una decisión que lo ha convertido en el nuevo héroe de Francia: rápida y ágilmente, empezó a escalar a puro pulso cuatro pisos por la fachada de la casa hasta llegar al balcón maldito y salvar al pequeño metiéndolo de nuevo en la vivienda. Un gesto altruista que en solo 48 horas ya ha transformado su vida, dado que el Gobierno francés ha anunciado que recibirá la nacionalidad francesa.
“No dudé. Vi a un niño de cuatro años en esa situación y no pensé en nada, solo en que había que salvarlo y, gracias a Dios, lo salvé”, ha relatado Gassama una y otra vez desde entonces. Eso sí, agregaba este lunes a la emisora BFM TV con una sonrisa tímida, sorprendido aún de la enorme atención que ha atraído en las últimas horas, “cuando entré en el apartamento, mis piernas empezaron a temblar”. Para entonces sin embargo, Gassama ya era el nuevo héroe de Francia.
El vídeo de la gesta grabado por un transeúnte se ha vuelto viral. Mamoudu Gassama, de solo 22 años, que hace menos de uno se jugó la vida como miles de inmigrantes más atravesando África para salir desde Libia en una precaria embarcación que lo llevó hasta la costa italiana y luego a Francia, ya es conocido como el Spiderman sin papeles.
El domingo, recibió la felicitación de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Este lunes, fue recibido en el Elíseo por el presidente, Emmanuel Macron, a quien le volvió a contar su gesta. “Bravo”, le dijo el mandatario. “Gracias”, respondió tímidamente Gassama.
Al salir del palacio presidencial, el joven mostró, aún abrumado por su súbita fama y el encuentro con el jefe de Estado, una condecoración por su valor que le había entregado el mandatario. No fue el único gesto: Macron le prometió que su situación será regularizada rápidamente y que podrá obtener la ciudadanía francesa. Además, le propuso trabajar como bombero en París.
Redacción CiudadColorada.com | Agencias