A las 10:00 de un sábado, Isabel Castro conducía por la calle García Moreno, desde Francisco Segura, con la intención de dirigirse hacia la Av. de las Américas, en el norte de Guayaquil.
En Hurtado, antes de llegar a la Av. 9 de Octubre, se desvió hacia el oeste en lugar de transitar por el sitio que aproximadamente hace un mes fue desbloqueado por la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
“Tengo que reconocer que el tráfico es menor en la 9 de Octubre, pero para quienes vamos hacia el norte es inútil ir por la García Moreno, porque tarde o temprano toca desviarse hacia Esmeraldas”, justificó Castro.
En esa vía el flujo vehicular aumentó desde que es parte del segundo corredor del Sistema Integrado de Transporte Urbano (SITU) y nueve líneas de buses la recorren. Pese a la advertencia de la ATM de que la multa por invadir el carril exclusivo es de un salario básico ($ 386), los conductores consideran que no mejoró la fluidez.
Hace mes y medio, 10 cámaras se encargan de detectar a los infractores, pero la ATM aún no ha informado la cifra de sancionados.
Los cambios no funcionan
La Av. de las Américas es otra arteria de Guayaquil que tiene un elevado flujo vehicular. Hace un año, la ATM cifró en 4.350 autos por hora los que circulan en sentido sur-norte en horas pico.
En abril del año pasado, que se inauguró el nuevo paso elevado, a la altura del colegio Francisco Aguirre Abad, la entidad colocó señalética para establecer un carril exclusivo de la Metrovía y advirtió con sanciones.
Sin embargo, un mes después las multas por la contravención quedaron sin efecto y el tramo volvió a ser de uso compartido.
La ATM ofreció estudiar el comportamiento para establecer la temporalidad o permanencia de la medida. Un año después siguen el carril compartido y los congestionamientos.
Para Guillermo Miranda, quien circula por la avenida para dirigirse a los centros comerciales del norte, el sector más caótico es el tramo desde el colegio Aguirre Abad hasta la Av. Pedro Menéndez Gilbert.
Miranda considera que la vía a esa altura recibe tráfico del este (cementerio) y desde el centro, “además, quiera o no admitirlo (el Municipio) la Metrovía afecta”.
Fernando Navas, director de Planificación de la ATM, afirmó que los inconvenientes son monitoreados para determinar una solución.
La ATM actualiza la red semafórica con el objetivo de implementar una central que controle el comportamiento del flujo vehicular. “Realizamos la integración de los equipos semafóricos… Anteriormente había ocho tipos de controladores y marcas que no eran compatibles”, explicó Navas.
Nueve programaciones manejan los tiempos de las luces del semáforo, de acuerdo al número de vehículos que circulan por la zona de influencia para disminuir los bloqueos.
“Lo que buscamos es minimizarlos porque es imposible eliminarlos”, sostuvo y reconoció que aumenta el parque automotor.
En otro sector que se producen bloqueos y no funcionan bien los semáforos es la Av. Carlos Julio Arosemena. Aquí las luces que permiten el cruce de peatones funcionan de manera intermitente y las colas son causadas por el desorden que provocan las concesionarias de vehículos y un centro comercial.
A la altura del colegio 28 de Mayo el problema ocurre en horas pico en la intersección con la calle Ilanes.
Navas contó que se contrató a un consultor para la optimización de los planos semafóricos. En las avenidas Juan Tanca Marengo (Cdla. Martha de Roldós) y 25 de Julio dentro de 15 días estarán listos los dispositivos.
Navas puntualizó que no en todas las vías es factible un plan semafórico y que, en estos casos, se analizan cambios de infraestructura.
Redacción CiudadColorada.com | El Telégrafo