El presidente peruano Martín Vizcarra convocó el domingo al Congreso para que el miércoles apruebe sus propuestas de reforma al sistema político y judicial que busca someter a un referendo, y si el Parlamento las rechaza el mandatario podría cerrarlo.
En un mensaje a la nación a través de la televisora estatal, Vizcarra le planteó al Congreso un mecanismo constitucional de presión llamado “cuestión de confianza” para que el legislativo, dominado por la oposición, apruebe sus cuatro propuestas para someterlas este año a un referendo.
En ellas se busca prohibir la reelección de parlamentarios, regular el financiamiento privado a las campañas políticas, establecer una nueva forma para escoger al consejo nacional de electores de autoridades claves y proponer el retorno a un congreso bicameral.
De acuerdo a la Constitución, si el Parlamento no aprueba las propuestas del mandatario éste puede cerrarlo. En septiembre de 2017 el Congreso opositor ya le negó la confianza al gobierno, y si el miércoles vuelve a hacerlo el presidente podría disolverlo.
El analista político Jorge Saldaña Ramírez dijo a The Associated Press que “las próximas 72 horas serán decisivas para saber en qué termina esta pugna de poder entre el ejecutivo y el Congreso… mañana lunes el Congreso fijará una posición sobre este… emplazamiento presidencial.
Es seguro que el Congreso aprobará las reformas judicial y política y habrá referendo ciudadano en diciembre”. “En caso contrario, el Congreso se expone a que el ejecutivo lo cierre y se convoque a nuevas elecciones parlamentarias y habría un nuevo Parlamento en marzo del 2019”, agregó.
Perú sufrió el cierre del Congreso en 1992 cuando el entonces mandatario Alberto Fujimori (1990-2000), padre de la actual líder de la oposición Keiko Fujimori, usó por primera vez esa atribución.
En una entrevista con CNN en Español hace una semana, Vizcarra afirmó que no descartaba cerrar el Parlamento si el legislativo frena sus iniciativas que presentó a principios de agosto en medio de un escándalo por la difusión de audios que mostraban cómo una red de jueces, fiscales, legisladores, electores de autoridades y empresarios se hacían favores mutuos para manejar la justicia a su antojo.
Las iniciativas de Vizcarra han impulsado su popularidad mientras que las simpatías hacia Keiko Fujimori han caído a su mínimo histórico, de acuerdo con varias encuestas.
Vizcarra, que fue elegido vicepresidente en 2016, asumió la presidencia en marzo en reemplazo de Pedro Pablo Kuczynski, quien dimitió inmerso en un escándalo por la presunta compra de votos de congresistas a cambio de que apoyaran su gestión.