El exmiembro del equipo de seguridad presidencial de Lenín Moreno, Heriberto Suárez, compareció ante un juzgado Penal de Guayaquil y aceptó los cargos que la Fiscalía presentó en su contra.
Así, este exsargento de la Marina, detenido el 14 de abril pasado en un operativo antidrogas, se acogió a un proceso abreviado por el delito de delincuencia organizada y fue condenado a 20 meses de cárcel y al pago de 12 salarios básicos, es decir, USD 4 632. Esos detalles se encuentran en el expediente judicial al que tuvo acceso este Diario.
Tras la captura, el militar fue señalado como parte de una organización delictiva dedicada al tráfico de drogas. Por eso, si no aceptaba las acusaciones fiscales podía ser condenado a cárcel de 7 a 10 años, como lo establece el Código Penal.
El operativo en contra de la red delictiva que involucró al marino fue ejecutado por la Unidad Contra el Tráfico para Consumo Interno (UCTCI) de la Policía. Comenzó la noche del 12 de abril, pero él fue aprehendido dos días después, porque estaba en Lima (Perú), junto al presidente Moreno, mientras él cumplía una agenda en la Cumbre de las Américas. Según el proceso 09284-2018-01271 de la Función Judicial, Suárez admitió “el hecho que se le atribuye”.
Luego del pronunciamiento del soldado, el 3 de septiembre pasado, el juez Darwing Valencia envió al Centro de Rehabilitación Social de Guayaquil un oficio señalando al militar como autor del delito investigado.
Cuando ocurrieron los hechos, el general Pedro Mosquera, jefe del Servicio de Protección Presidencial, confirmó que un miembro de la escolta presidencial había sido detenido por presuntos vínculos con redes dedicadas al narcotráfico.
El Primer Mandatario también sostuvo que la investigación policial estaba en marcha en ese entonces. El sargento Suárez no fue el único soldado que los agentes interceptaron en ese operativo denominado Impacto 135. Un informe de la Policía Nacional develó que otros tres marinos activos también fueron capturados en esa incursión.
A esa lista se sumó otro militar en servicio pasivo. Según el expediente judicial, los uniformados cumplían el papel de distribuidores de la droga y daban seguridad a los cargamentos ilegales. De acuerdo con las investigaciones, la red delictiva mandaba “grandes cantidades” de droga hacia Holanda y hacia México.
Estos envíos se hacían en coordinación supuestamente con los marinos capturados. Durante el operativo, ejecutado en Esmeraldas, Guayaquil, Jaramijó y Galápagos, los agentes policiales decomisaron dos toneladas de marihuana, celulares y armas de fuego.
Las investigaciones de los uniformados determinaron que la sustancia ilegal era trasladada desde Esmeraldas hasta Guayaquil, donde se acopiaba para distribuirla en la ciudad o enviarla al exterior a través del puerto marítimo.
Junto con Heriberto Suárez, otro militar también se acogió al proceso abreviado. En el expediente judicial se relata cómo su abogado solicitó a las autoridades judiciales se considere la pena mínima en el proceso. El jurista realizó el pedido, porque su cliente padece Trombocitopenia primaria (hematomas y sangrados), que lo haría propenso a tener problemas de leucemia.
El caso de otros dos soldados activos todavía continúa en proceso. Su próxima audiencia está prevista para hoy. Según se detalla en los documentos judiciales, ellos también se acogerán al proceso abreviado, para recibir una pena mínima.
En cambio, el marino en servicio pasivo fue sobreseído el 3 de septiembre, pues los investigadores no hallaron pruebas en su contra. Este fue el primer caso de militares detenidos este año por drogas.
En agosto fueron capturados otros dos en Sucumbíos, mientras trasladaban 220 paquetes de marihuana. La semana pasada, en cambio, fueron arrestados dos soldados con una tonelada de droga.
En contexto El 18 de abril pasado, mientras daba una entrevista a NTN de Colombia, Lenín Moreno dijo que “hace dos días se identificó a una persona de mi seguridad personal que estaba inmiscuida en narcotráfico”. Indicó que el narcotráfico “es un poder invisible”.
Con información de El Comercio