El corredor español Alejandro Valverde se hizo con el oro más buscado y más deseado de su carrera, al proclamarse campeón del mundo en la prueba en línea que cerró el Mundial de Ciclismo en Innsbruck, Austria.
Valverde ganó la carrera por delante del francés Romain Bardet, el canadiense Michael Woods y el holandés Tom Dumoulin, que entraron con él, pero a su rueda, en la meta de la prueba.
El corredor murciano sumó su séptima medalla mundialista y sucede en el palmarés al eslovaco Peter Sagan, vencedor en las tres ediciones anteriores, en Richmond 2015, Doha 2016 y Bergen 2017.
Valverde añade el oro de este domingo 30 de septiembre -el cuarto español que lo consigue tras Abraham Olano, Igor Astaloa y Óscar Freire, que logró tres- a las dos platas de Hamilton 2003 y Madrid 2005 y los cuatro bronces de Salzburgo 2006, Valkenburg 2012,
Florencia 2013 y Ponferrada 2014. Aunque el de este domingo 30 de septiembre ha sido el más buscado, el que pone la guinda a su palmarés y el que probablemente -como indicaron sus lágrimas en la meta- más emocionado haya recibido.
“No me lo creo. Estoy sin palabras. Es la mejor victoria de mi carrera. Tantos años luchando, tantas medallas… y al final se ha conseguido”, declaró el murciano de 38 años entre lágrimas. “Gracias a la Federación Española de Ciclismo, todos han estado de 10.
No podía fallarles”, añadió el ganador de una Vuelta a España (2009), 5 veces ganador de la Flecha Valona, y 4 veces de la Lieja-Bastoña-Lieja, quien reconoció que llevaba “muchos años detrás de este título mundial”.
Los ecuatorianos Richard Carapaz y Jonathan Narváez participaron en la competencia, pero no consiguieron buenos resultados. Carapaz se ubicó en el puesto 71 a 14m48s del primer lugar, mientras que su compañero no consiguió acabar la prueba, que consistió en 258 kilómetros.
Valverde comparte con Carapaz en el Team Movistar de España. Otro compañero de ellos, el colombiano Nairo Quintana, fue el latino en la mejor ubicación, pues acabó en el puesto 15. (I)
