Los candidatos Jair Bolsonaro del Partido Social Liberal (PSL) con 46,66 por ciento y Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT) con 28,46 por ciento obtuvieron la mayor cantidad de votos en las presidenciales de este domingo, sin embargo, al ninguno haber superado el 50 por ciento, se medirán en balotaje.
Bolsonaro es un militar retirado que ha sido diputado desde 1991 por cinco partidos distintos. Poco ha trascendido de su plan de gobierno porque no estuvo presente en los debates presidenciales, pero lo ha evidenciado con sus opiniones radicales sobre diversos temas.
El candidato de extrema derecha debió pagar en 2017 una indemnización a una diputada, después de decirle que «no la violaría porque no se lo merece, es muy fea»; también ha sido denunciado por racismo. Durante la campaña electoral se levantó el movimiento feminista Ele Não (Él no), en contra de su elección.
El abanderado del PT, Fernando Haddad, fue designado por Lula da Silva como su sucesor en vista de que no se le permitió postularse por estar preso. Haddad fue el ministro de Educación de los últimos dos gobiernos petistas.
Haddad ha sido reconocido por grandes obras en la educación como el Programa Universidad para Todos (ProUni), que ofrece becas a estudiantes de bajos ingresos.
El también exalcalde de Sao Paulo ha asegurado que busca dar continuidad a las políticas sociales de los gobiernos del PT con la creación, principalmente, de millones de empleos.
Más de 147 millones de brasileños fueron convocados este domingo a votar para elegir al presidente, renovar el Congreso y los gobiernos regionales; se registró una abstención de 20 por ciento.