Un desfile militar presidido por los reyes se convirtió el viernes en el centro de las celebraciones de la fiesta nacional de España, un feriado que incluye muestras de pompa y patriotismo en el país.
El rey Felipe VI, con uniforme militar, la reina Letizia y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, llegaron a bordo de un Rolls Royce flanqueado por la caballería a una de las principales arterias de la capital del país. Cientos de espectadores con banderas nacionales esperaban en la calle.
La lluvia suspendió la participación de la Fuerza Aérea en la tradicional parada militar.
Como es habitual, los líderes de Cataluña, que buscan la independencia de la adinerada región del noreste del país, no participaron en los actos.
Las autoridades catalanas despreciaron además la figura de Felipe VI, que se ha pronunciado en contra de la secesión. El parlamento de la comunidad autónoma, de mayoría independentista, aprobó una moción el jueves para pedir la abolición de la monarquía.
Varios miles de personas participaron en una manifestación por la unidad de España en el centro de la capital catalana, Barcelona.