La Corte Suprema de Washington derogó el jueves por votación unánime la pena de muerte en el estado. En su fallo estipula que ha sido utilizada de forma arbitraria y racialmente discriminatoria.
Washington ha tenido una moratoria en las ejecuciones desde 2014, pero el fallo lo convierte en el 20mo estado en eliminar la pena capital gracias a un acto legislativo o un fallo judicial.
“La pena de muerte no se aplica igual, a veces dependiendo del lugar en donde fue el crimen, o el condado de residencia, o los recursos presupuestarios disponibles en un momento dado, o la raza del acusado”, escribió en el fallo general la magistrada presidenta Mary Fairhurst.
“Nuestra ley de pena capital carece de una ‘justicia fundamental’”, agregó.
Desde hace mucho, los abogados defensores habían impugnado la pena de muerte con esos argumentos, señalando que los peores asesinos de masas y asesinos seriales del estado, entre ellos el asesino serial Gary Ridgway, habían recibido cadenas perpetuas, no la pena de muerte.
En un fallo de 2006, los jueces rechazaron el argumento de un recluso que dijo que no debería ser ejecutado porque Ridgway no fue ejecutado.
En esta ocasión, los opositores de la pena de muerte estaban armados con más datos sobre cómo funciona la pena capital, incluido un análisis estadístico de sociólogos de la Universidad de Washington. Su reporte informaba que aunque los fiscales no tendían a solicitar más la pena capital para los acusados negros, era cuatro veces más probable que el jurado sentenciara a los acusados negros a muerte.
“Ahora la información está claramente frente a nosotros”, escribió Fairhurst. “Al grado que la raza diferencia los casos, es claramente impermisible e inconstitucional”.