Acogiendo a la solicitud verbal de Norma Espinel, madre del exvicepresidente Jorge Glas, y de su esposa Cinthya Díaz, la Arquidiócesis de Guayaquil pidió al presidente Lenín Moreno que se entregue las garantías de seguridad para la salud física, emocional y espiritual de Glas.
Esto, debido a la huelga de hambre que inició el exvicepresidente tras ser trasladado a la cárcel de Latacunga.
“Como en varias ocasiones usted lo ha manifestado con mucha claridad, un tratamiento humano y justo es el mejor signo de respeto a los derechos humanos de todas las personas privadas de libertad, más aún si su vida, como en este caso, está en peligro por los serios problemas de salud y agravados por la huelga de hambre”, dice el comunicado emitido por la institución el pasado 2 de noviembre.
El pasado 21 de octubre, el exvicepresidente fue trasladado de la cárcel 4 de Quito a la cárcel de Latacunga, tras la fuga del exsecretario de Comunicación, Fernando Alvarado, investigado por peculado.
Tras ello, Glas anunció una huelga de hambre en rechazo a estas medidas que considera arbitrarias. Sin embargo, según informes médicos y sus familiares, su estado de salud no era óptimo.
Por ello, la Arquidiócesis de Guayaquil pidió al presidente Lenín Moreno que, por encima de banderas políticas y garantizando los debidos procedimientos jurídicos, hace eco del pedido de sus familiares de que se le ofrezca las garantías de seguridad para su salud física, emocional y espiritual.
Esta semana, Glas sufrió un quebranto en su salud y tuvo que ser trasladado al Hospital Carlos Andrade Marín de Quito, donde, este 08 de noviembre, fue dado de alta y se lo trasladó nuevamente a Latacunga.
Sus familiares, simpatizantes y varios actores políticos piden que regrese el exvicepresidente a la cárcel 4 de Quito, donde podrá tener las atenciones necesarias por su estado de salud.
