Policías y cientos de manifestantes que protestaban por los altos impuestos y el costo de vida se enfrentaron el viernes en Bruselas


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AP

Policías y cientos de manifestantes que protestaban por los altos impuestos y el costo de vida se enfrentaron el viernes en Bruselas la capital de Bélgica

Decenas de personas fueron arrestadas, luego de que las movilizaciones que comenzaron en Francia hace dos semanas ganaban impulso en Bélgica.

La policía utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno contra los manifestantes conocidos como los “chaquetas amarillas”, quienes trataron de acercarse a edificios y oficinas del gobierno en el centro de Bruselas. Los manifestantes comenzaron a arrojar piedras y rocas contra las barricadas policiales.

“Nuestros oficiales comenzaron a usar cañones de agua después de que ellos comenzaron a arrojar objetos. Estaban lanzando bolas de billar”, dijo la portavoz de la policía de Bruselas, Ilse Van De Keere.

Un cordón policial arremetió contra los manifestantes después de que estos atacaron dos vehículos policiales, volcando uno e incendiando los dos.

La vocera dijo que participaron unas 300 personas. Alrededor de 60 fueron arrestados por desorden público. Muchos portaban objetos que la policía consideró peligrosos, como navajas de afeitar, palancas para neumáticos y rocío irritante, detalló Van De Keere.

Algunos fueron detenidos por tener máscaras de gas, para esquiar o bucear porque las autoridades las vieron como una señal de que los manifestantes pensaban utilizar gas lacrimógeno.

Más temprano, decenas de manifestantes vestidos con los chalecos amarillos que se han vuelto una especie de uniforme para el movimiento, cerraron las calles de la ciudad con piezas de andamios o se congregaron en caminos provocando caos vehicular en las principales vías de Bélgica.

Algunos entregaron chalecos a transeúntes y personas varadas en los coches. Mientras marchaban, coreaban “somos el pueblo” y sostenían pancartas con mensajes como “La unión es la fuerza” y “La policía me da vergüenza”.

El primer ministro Charles Michel dijo que está dispuesto a dialogar con sus líderes, pero no está claro de momento si va a haber un encuentro o no.

No queda claro exactamente quiénes son los manifestantes. Ha habido pequeñas movilizaciones en el sur de Bélgica, una región francófona, desde hace unas dos semanas. Algunas parecen estar motivadas por el aumento en los precios del combustible, como en Francia.

 








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