Decenas de manifestantes, algunos de ellos encadenados entre sí y a barriles llenos de arena, bloquearon durante unas cuatro horas la entrada a un edificio federal el viernes en Connecticut en respaldo a un inmigrante ecuatoriano que vive en una iglesia desde hace un año para no ser deportado.


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@CiudadColorada | AP

Decenas de manifestantes, algunos de ellos encadenados entre sí y a barriles llenos de arena, bloquearon durante unas cuatro horas la entrada a un edificio federal el viernes en Connecticut en respaldo a un inmigrante ecuatoriano que vive en una iglesia desde hace un año para no ser deportado.

Unas 60 personas participaron en la protesta para demandar que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) suspenda la orden de deportación de Nelson Pinos, de 44 años, y le permita regresar a casa con su familia. Los manifestantes cantaron y corearon lemas.

La policía no reportó detenidos al final de la protesta.

Pinos buscó santuario en una iglesia en New Haven luego que las autoridades le ordenaron salir del país a finales de 2017, algunas semanas antes de Navidad. Pinos, quien vivía en New Haven, reside en Estados Unidos sin documentos migratorios desde 1992. Está casado y tiene tres hijos que son ciudadanos estadounidenses.

Sus partidarios dicen que la situación ha causado daños sicológicos a los hijos.

″Él ha estado viviendo en Estados Unidos por tanto tiempo”, dijo su amigo Jesús Morales Sánchez, quien estaba encadenado a otro manifestante y a un barril. “El sufrimiento de esta familia es cruel e inhumano”.

El ICE tiene una oficina en el edifico federal en Hartford.

 








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