El presidente Donald Trump amenazó el viernes con cerrar la frontera de Estados Unidos con México si los demócratas del Congreso no aceptan financiar la construcción de su proyecto de muro fronterizo.


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@CiudadColorada | AP

El presidente Donald Trump amenazó el viernes con cerrar la frontera de Estados Unidos con México si los demócratas del Congreso no aceptan financiar la construcción de su proyecto de muro fronterizo.

“Nos veremos forzados a cerrar la Frontera Sur por completo” a menos que se llegue a un acuerdo de financiamiento con los “Demócratas Obstruccionistas”, tuiteó Trump la mañana del viernes.

La exigencia de Trump para conseguir el dinero para construir un muro fronterizo y la negación de los demócratas de darle lo que quiere causaron un cierre parcial del gobierno: una suspensión de actividades por falta de presupuesto.

El Congreso suspendió sus actividades para esta semana sin una solución a la vista.

Los demócratas se mantuvieron firmes el viernes en cuanto al muro fronterizo, diciendo que no analizarán seriamente ninguna oferta de la Casa Blanca para poner fin al cierre del gobierno hasta que tenga el aval público del presidente.

Drew Hammill, portavoz de Nancy Pelosi, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, dijo que los demócratas no financiarán el “muro inmoral, ineficaz y caro” de Trump. Hammill dijo que los demócratas están esperando que Trump avale públicamente una propuesta para poner fin al cierre porque él “ha cambiado su posición muchas veces”.

La Casa Blanca acusa a los demócratas de abandonar la mesa de negociaciones. El jefe de despacho de la Casa Blanca interino, Mick Mulvaney, dijo que los demócratas están ignorando una oferta de fondos para el muro fronterizo por debajo de la solicitud original de Trump de 5.000 millones de dólares.

Conforme se desvanece la posibilidad de un acuerdo en Washington, en los últimos días de un monopolio del poder republicano, parece cada vez más probable que la solución del cierre parcial del gobierno llegue a las manos de un gobierno dividido.

Después de una semana, el impasse tiene suspendidos a cientos de miles de empleados federales y comienza a afectar a ciudadanos que dependen de algunos servicios públicos.

Por ejemplo, el gobierno dice que no emitirá nuevas pólizas federales de seguro contra inundaciones ni renovará las que han expirado hasta que se restaure el presupuesto para ellas.

Tras un fin de semana y dos días feriados para empleados federales, el miércoles fue el primer día regular de trabajo afectado por el cierre para varios tipos de servicios federales.

La paralización comenzó el sábado, cuando expiró la financiación de nueve dependencias y decenas de agencias federales. Unos 420.000 empleados a los que se considera esenciales trabajan sin goce de sueldo de momento, mientras que 380.000 están cesantes.

Si bien la Casa Blanca y los demócratas del Congreso seguían negociando —y los asesores siguen discutiendo el asunto en Washington—, las negociaciones se atascaron el miércoles, reduciendo la expectativa de un avance.

 








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