Miradas perdidas y lágrimas de impotencia se observan entre los allegados y vecinos de las familias afectadas por el aguacero que se registró la noche del sábado y madrugada del domingo en la tierra Tsáchila.
Dos casas completamente destruidas, a causa del desprendimiento de muros de construcción, y cinco seriamente afectadas, es el registro que manejaron las autoridades hasta el cierre de esta edición, sin embargo, esta cifra podría subir al finalizar los recorridos que levantan información en los diferentes sectores de la ciudad.
En el sector 6 de la cooperativa Santa Martha se encuentra el asentamiento Laura Flores 2 y es ahí donde se registra la colisión de cuatro inmuebles, cuyos propietarios claman ayuda de las autoridades para volver a levantar sus techos.
Diocle Cagua fue el más afectado del sector, pues el derrumbe del muro aplastó por completo su casa y su familia quedó desamparada “gracias a Dios a mis seres queridos no les pasó nada, solo quiero que me ayuden con materiales para volver a construir”, expresó.
Técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos, hoy harán un recorrido por más sectores catalogados de riesgos.
La hospitalidad de su hermana hizo que ni él ni sus hijos pasen frío “me dio posada, pero ya debo pensar qué hacer porque no voy a estar ahí todos los días”, dijo mientras recibía varios artículos que les donó el Patronato Municipal.
Las lágrimas se notaron en Alicia Leones mientras abrazaba fuertemente a su hija, a quien le decía que no se preocupe porque todo estará bien. Ella perdió sus enseres de cocina y teme que las lluvias continúen y acaben con el resto de su infraestructura “se dañó la mitad de mi casa, esperemos que nos ayuden a salir de este problema”, manifestó.
Versiones
Rodrigo García, gobernador de la provincia (e), lamentó lo sucedido con las personas perjudicadas y dijo que ha solicitado el plan de contingencia de varias instituciones. Sin embargo, aclaró que es responsabilidad del Municipio activar el COE Cantonal para reaccionar de manera inmediata en caso que se registren acontecimientos similares.
En el cantón existen aproximadamente 21 zonas calificadas como albergues, pero hasta el momento ninguna de ellas ha sido habilitada para acoger a las familias perjudicadas. Lo que sí se evidenció, ayer, fue la ayuda de varias instituciones de la localidad.
César Egas, coordinador de la zona 4 de la Gestión de Riesgos, a través de una llamada, indicó que es competencia de la municipalidad verificar si un espacio es idóneo o no para que se los pueda habitar.
Respecto a lo ocurrido, dijo que se están levantando los informes para conocer con exactitud el número y magnitud del daño, pero adelantó que serían siete las casas afectadas. (JD)
Con información de La Hora