La Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir la violencia, está a punto de ser realidad.


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@CiudadColorada | AP

La Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir la violencia, está a punto de ser realidad.

El Congreso mexicano aprobó la propuesta para su creación, que conlleva una polémica reforma de la constitución que consolidará la participación de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad.

Después de una intensa discusión, que incluyó audiencias con distintos expertos y con organizaciones de la sociedad civil que se convirtieron en grandes detractores de la propuesta, la iniciativa fue respaldada el miércoles por la noche por dos tercios de la cámara baja.

La mayoría necesaria para la reforma constitucional se consiguió porque, además del apoyo del partido del presidente -Morena- y de todos sus socios, la propuesta contó con los votos a favor del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Curiosamente el derechista Partido de Acción Nacional del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), el mandatario que sacó el ejército a las calles en su guerra frontal contra el crimen organizado, votó en contra.

“No estoy satisfecho, ya ven que a mí me gusta llamar a las cosas por su nombre”, dijo el jueves en su conferencia matutina López Obrador y agregó que espera que el Senado modifique el texto para volver a introducir partes que se quitaron y que suponen un mayor poder para las fuerzas armadas.

En un inicio el presidente propuso una Guardia Nacional bajo órdenes del ejército como eje principal de su estrategia de seguridad. Pero la semana pasada el gobierno cedió a las preocupaciones de grandes sectores de la ciudadanía y accedió a que su mando fuera civil.

Además de ese cambio, la versión aprobada en la Cámara de Diputados eliminó las secciones que involucran al ejército en la capacitación de la Guardia y la parte que dejaba en manos del ejército y la marina el poder hasta que el nuevo cuerpo estuviera operativo. También se suprimió la propuesta que hubiera permitido al Congreso disolverla.

Según López Obrador, si no se vuelve a la versión original la Guardia Nacional va a parecer una “reedición de la Policía Federal, que ya sabemos que no funcionó”.

El combate a la inseguridad es una de las grandes asignaturas pendientes de México. Desde el sexenio de Calderón las fuerzas armadas han combatido a los cárteles en las calles y la población se ha acostumbrado a ver soldados y marinos patrullando por doquier.

Sin embargo, aunque estos cuerpos suelen ser más confiables para los mexicanos, también han protagonizado graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales y torturas.

Además, entidades como Naciones Unidas han instado insistentemente durante años a todas las autoridades mexicanas a que optaran por que los militares regresaran a los cuarteles y dejaran en manos de la policía las actividades de seguridad ciudadana.

La futura Guardia Nacional se constituirá, según lo aprobado por el Congreso, con elementos de las policías federal, militar y naval y contará con una junta de jefes de Estado Mayor compuesta por integrantes de las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Defensa Nacional y de Marina.

Asimismo el presidente anunció que espera reclutar a unos 50.000 civiles para sumarlos al nuevo cuerpo.

 








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