Para evitar la construcción de la Torre de Babel, Dios –dice la Biblia– hizo que sus edificadores comenzaran a hablar diferentes idiomas y perdieran la capacidad de comunicarse entre sí.
Pero las hormigas, y posiblemente otros insectos, parecen haber demostrado que las fallas o hasta carencia de comunicación no son un obstáculo para llevar adelante grandes proyectos.
Lo refrenda así un equipo internacional de investigadores tras concluir una investigación del comportamiento de las hormigas cortadoras de hojas de Centro y Sudamérica, a las que se considera ‘ingenieros naturales’, informa AFP.
Incluso designan a los responsables de cada tarea
Cada colonia de estos insectos puede construir cerca de tres kilómetros de senderos por año a partir de suelos boscosos, dedicando un promedio de 11.000 horas a labores de tendido y mantenimiento.
Durante mucho tiempo se creyó que para esos fines se comunicaban entre sí, e incluso que designaban a los responsables de cada tarea, como por ejemplo eliminar obstáculos y desechos.
El nuevo estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, sugiere que las hormigas son capaces de gestionar y realizar proyectos de infraestructura a gran escala sin ninguna coordinación y sin comunicarse tareas individuales como parte de algún plan general.
En otras palabras: cada hormiga parece actuar sola, resolviendo incluso problemas ambientales como eliminar las obstrucciones a medida que se encuentren.
«Aunque muchos miles de individuos contribuyen a la construcción de esas infraestructuras, no hay comunicación ni organización entre ellos: los senderos de alimentación masiva son un subproducto del comportamiento alimenticio», expicó Thomas Bochynek, del departamento de ingeniería eléctrica y ciencias de la computación de Northwestern University.
«Esto es sorprendente, porque muchos comportamientos colectivos están organizados por comunicación», dijo el científico.
Redacción CiudadColorada con información de RT
