El proyecto presentado a la Asamblea para eliminar el impuesto ‘verde’, que desde el 2012 se cobra al parque automotor por contaminación ambiental, continúa sometido a un análisis legal dentro de la Asamblea Nacional.
Pero mientras eso se resuelve, desde hoy miles de propietarios de vehículos estarán obligados a pagar el tributo de forma íntegra. Es decir, sin los descuentos del 80 % y 50 % que hasta el 2018 regían.
Según el calendario de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), desde este mes empieza la matriculación vehicular con los carros cuyas placas terminan en 1, y en el proceso deberán pagar también este impuesto que, según las cifras de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA), recaerá sobre el 67,4 % del parque automotor a nivel nacional.
Manuel Murtinho, gerente de este gremio, sostiene que en el país existen 2’267.000 vehículos, de los cuales 1’529.000 superan los cinco años de antigüedad y tienen más de 2.500 cc de cilindraje, características para empezar a pagar. En este caso la tasa rondará los $100 (si su carro es una herramienta de trabajo, queda exonerado).
Fabricio Villamar, asambleísta de CREO, espera que con el proceso de pago, el Legislativo se sienta presionado para concretar el trámite de su solicitud. “Este es un impuesto que la gente comenzará a pagar mayormente desde mañana (hoy), por lo tanto el tratamiento de este proyecto debe ser urgente”, dijo.
La Unidad Técnica Legislativa aún analiza qué procedimiento aplicar en el caso de la Ley de Fomento Ambiental (que promueve el impuesto), que se aprobó vía decreto sin pasar por el debate legislativo. Para Villamar no hay dudas. Él explica que si bien la Constitución faculta al Ejecutivo la revisión de tributos, también le da a la Asamblea la potestad de modificar una ley, si esta ha entrado en vigencia vía ministerio.
Mientras esto se analiza, hay quienes apoyan la moción de eliminar el tributo porque creen que los $ 764 millones recaudados desde el 2012 no fueron destinados a una remediación ambiental. Otros defienden su vigencia.
Para Juan Cristóbal Lloret, asambleísta opositor, en un contexto mundial en el que se promueve un mayor cuidado ambiental, Ecuador no puede caminar en sentido contrario. Está en contra de eliminarlo, pero admite que tras el alza de la gasolina, esta tasa debe ser modificada.
Murtinho, en cambio, se inclina por la derogatoria. Si lo que se quiere es evitar una mayor contaminación vehicular, dice, el Gobierno debería aplicar mayores exigencias en los parámetros que impone para importar.
“A Ecuador se siguen trayendo vehículos con normativa Euro 3, la misma que (desde) hace 11 años no se permite en otros países”, debido a la contaminación que estos generan.
Murtinho cree que si se mejoran estos estándares y la calidad del combustible, la contaminación ambiental bajaría considerablemente y el impuesto podría ser descartado.
La normativa y sus consecuencias
El origen
La Ley de Fomento Ambiental del 2012 determinó un descuento del 80 % para el cobro del impuesto ‘verde’ a partir de su creación. Desde el 2015 hasta el 2018 ese descuento bajó al 50 %. Este año, la norma dice que se lo cobrará de forma íntegra.
El impacto
Según la ley, este impuesto se gravará a aquellos vehículos cuya ‘vejez’ sea mayor a cinco años y que tengan un cilindraje que supere los 2.500 cc. En el país, 1’529.000 carros tienen esa edad, lo que equivale al 67,46 % del parque automotor.
Proyección
Se estima que el pago íntegro de este impuesto hará que el Gobierno llegue a recaudar más de $ 300 millones en este año. En el 2018, la tasa por contaminación ambiental alcanzó los $ 119,4 millones.
Redacción CiudadColorada con información de El Expreso