El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció el miércoles su decisión de retirarse definitivamente de la Unión de Naciones Suramericanas luego de casi diez años de haberse unido al grupo, del que consideró que entró a un final sin retorno desde hace un año.
En cadena de radio, el mandatario dijo que “la mitad de los estados miembros ni participan ni contribuyen, la Secretaría General no tiene titular por más de dos años y el personal ha ido disminuyendo sensiblemente, ¿saben por qué?, porque algunos mandatarios irresponsables se encapricharon por nombrar a sus amigos a esa Secretaría, replicando los perores vicios del socialismo del siglo 21”.
Afirmó que “dejaremos de participar en todas las actividades de esa organización, no concederemos ni un centavo… Hemos iniciado los procedimientos internos para salir oficialmente del tratado de Unasur”, además de pedir la reversión del edificio de la sede de Unasur en Quito y el retiro de la estatua de Néstor Kirchner, expresidente argentino 2003-2007 porque “él no representa los valores y la ética de nuestros pueblos”.
Añadió que Ecuador ha concluido “que no existen las condiciones para que Unasur pueda volver a trabajar por el anhelo, la integración suramericana. La integración regional es fundamental necesitamos trabajar conjuntamente en temas vitales”.
La salida de Ecuador no es inmediata, sino que se hará efectiva en seis meses. Suscribió en 2008 su adhesión a la UNASUR.
La UNASUR, creada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para contrarrestar la influencia estadounidense en la región, ha estado desmoronándose entre otras razones porque ahora siete de sus doce miembros han suspendido su afiliación en medio de diferencias sobre quién debería ser el líder del grupo.
