El procurador regional de la República José Augusto Vagas asumió que las medidas decretadas este jueves por el juez Marcelo Bretas (como la detención de Temer) son muy duras, pero añadió en una rueda de prensa en la sede de la Policía Federal en Río de Janeiro que «para una organización criminal que desde hace 40 años asalta el país no existía otra medida».
En tanto, la procuradora Fabiana Schneider destacó la «longevidad y estabilidad» de esta organización, que tiene su origen en la década de 1980 cuando Temer era secretario de Seguridad del Gobierno del estado de São Paulo y conoció al coronel João Baptista Lima Filho, que con el tiempo se convirtió en su principal testaferro.
Según los fiscales, a lo largo de cuatro décadas, el grupo liderado por Temer habría recibido o estaría esperando sobornos que, sumados, rondan 1.800 millones de reales (más de 473 millones de dólares).
«Esa es la suma de los valores que la organización criminal habría desviado (…) ese valor está firmado y colocado en la denuncia para mostrar cómo es de peligrosa la organización criminal», explicó el procurador Eduardo El Hage, que añadió que no por tratarse de un hombre «blanco y rico» hay que tolerar delitos cometidos dentro del Palacio Jaburu (sede de la vicepresidencia).
Los fiscales incluyeron en la denuncia una tabla con el detalle de las coimas (prometidas o desviadas) relacionadas con las respectivas áreas sobre las que Temer tenía influencia, en muchos casos empresas estatales y órganos públicos controlados por su partido, el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).
Los procuradores aseguraron que los delitos se cometieron hasta la actualidad, y citaron como ejemplo que el Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF) detectó un intento de depósito de 20 millones de reales (5,2 millones de dólares) en la cuenta de la empresa que el coronel Lima usaba para recibir el dinero irregular.
Esto se produjo en octubre del año pasado, poco después de la detención momentánea de Lima en abril de 2018, lo que según los fiscales hace pensar que Temer y sus aliados actuaban con una total sensación de impunidad.
El expresidente Temer llegó la tarde de este jueves a Río de Janeiro en un avión de la Policía Federal procedente de São Paulo, donde fue detenido, y por el momento permanecerá en la Superintendencia de la Policía Federal de Río, situada en el centro de la ciudad.
Con información de Sputnik