En la fiesta tsáchila Kasama, 10 grupos artísticos nativos mostrarán las costumbres y tradiciones a través de la danza, el teatro y la música. Estos grupos pertenecen a las siete comunas, ubicadas en Santo Domingo, y tienen una trayectoria de más de 15 años, en la mayoría de los casos.
El músico tsáchila Francisco Aguavil hace parte de la celebración, que este año se conmemorará en la comuna Cóngoma Grande, de donde es oriundo.
Aguavil tiene una colección inédita de 15 canciones en tsa’fiki, en las que recuerda las costumbres y tradiciones tsáchilas como la de pintarse el cabello con achiote para protegerse de enfermedades.
Esa canción se llama Muki, que en español significa pintarse con achiote, y será parte del repertorio que presentará el viernes 19 de abril, en el inicio de la fiesta Kasama, en el estadio de la comuna Cóngoma.
Otro grupo que también se presentará ese día será Mushily, de la comuna Chigüilpe. El show con el que participarán será de baile y teatro.
Los 20 integrantes recordarán cómo pescaban y cazaban sus ancestros; también sobre la recolección de frutos.
La presentación central será sobre chamanismo y el liderazgo que tenía, hace más 80 años, el tsachi poné (sabio y líder máximo de la comuna).
Abraham Calazacón, líder de Mushily, señala que hace tres años él y su esposa, Miriam Calazacón, crearon una escuela cultural para que los jóvenes y niños recordaran las tradiciones y aprendieran a tocar los instrumentos de percusión, que son elaborados con materiales de los bosques.
Calazacón afirma que el teatro sobre el chamanismo busca recordarle a los grandes chamanes, que participarán en el Kasama, cuál era su rol antes. “Necesitamos recuperar nuestra cultura, para heredársela a nuestros hijos”.
El centro cultural Kati-Luli, de la comuna Chigüilpe, también preparó una presentación artística, que durará 30 minutos aproximadamente.
El grupo, integrado por 15 adultos y jóvenes, recordará a los marimberos que dejaron un legado en las comunas porque construyeron las primeras marimbas tsáchilas.
Estas se diferencian a las de otras culturas por la forma en la que se entrelazan las teclas de pambil con una cuerda especial.
También le rendirán tributo al achiote, planta que hace unos cuatro siglos curó a los tsáchilas de la viruela y de la fiebre amarilla.
“Será una obra de teatro, que mezclaremos con música y danza”, afirmó Cruz Calazacón, del centro cultural Kati-Luli. Ellos empezaron a prepararse desde enero, porque será el debut de seis jóvenes que buscan ser marimberos.
Diana Aguavil, gobernadora de la nacionalidad Tsáchila, afirma que, entre el 19 y el 21 de abril, habrá festivales de música, gastronomía y artesanías.